Autor: Club Una a Una

Este fin de semana hemos disfrutado de dos espectaculares rutas preparadas por Mone en el laberinto cangués, siempre repleto de infinitas posibilidades.

 

Rutas circulares: Limés – el Acebo – Limés / Cangas – Braña la Viña – Cangas (9-10/5/2015)

Longitud: 33+45 km / Tiempo: 5:30+5 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1160+1001 m

Ruter@s: Mone, Rosa, Luz, Puri, Manuela, Mariajo, Patri, Azu, Noelia, Jenny, Ángel, Juan, Javi, Rubén, Juaco, Salva, Juan y Félix

 

El sábado nos pusimos en marcha a las 10 de la mañana y tras unos pocos kilómetros de precalentamiento en asfalto con dirección a Leitariegos comenzamos a ganar altura. Una ascensión de alrededor de 10 km nos tuvo peleando durante casi dos horas mientras superábamos Ponticiella, Coubos y Fonceca. Algún mínimo descanso nos daba un respiro entre rampa y rampa, siempre por pistas francas pero no faltas de buenos pasos técnicos y hasta algún charcal. Pisando tierra, piedra y praderías llegamos al alto del Mirador de Linares, desde donde vemos, casi a nuestra altura El Acebo y enfrente el Partido de Sierra.

Un descenso tranquilo nos lleva a Linares del Acebo y luego a Bornazal antes de empezar de nuevo a subir para coronar, de facto, por segunda vez hoy El Acebo. En el santuario nos concedemos un bien ganado descanso al sol antes de emprender un divertidísimo descenso todoterreno que entre radicales pendientes de bajada nos sorprende con alguna rampa cuesta arriba de mucha consideración. Tras más de 5 horas de ruta llegamos a Veigalapiedra, Borracán y Castro de Limés para dejarnos caer a Villarino y a Limés disfrutando en esta última parte de la sombra de los robledales que alivian la presión del calor del fondo del valle.

Empezamos el domingo uniéndonos al homenaje que el ciclismo cangués tributó a Rogelio, fallecido por atropello mientras practicaba su, nuestro, deporte. A las 10 de la mañana empezamos ruta cruzando Cangas y dirigiéndonos a El Fuejo. Iniciamos así una larga ascensión que nos lleva a Amago y a Irrondo de las Folgueras. Potentes rampas enlazadas por algún descansillo nos ponen en el alto de Santarbás. El espectacular sol que nos lleva acompañando todo el fin de semana sigue presente y nos aprieta a partir del kilómetro 13 donde empieza a desaparecer el arbolado pasada la capilla de Nuestra Señora de Bordondio.

 

Aún quedan las rampas más severas y técnicas camino de la Braña de la Viña, paraje impresionante donde hacemos un descanso antes de lanzarnos a un descenso espectacular hacia La Viña y Agüera del Coto. Ya sobre el asfalto seguimos al Narcea aguas abajo pasando por La Regla hasta Cangas. Un paseo triunfal nos devuelve a Limés donde disfrutamos de una comida de hermandad que pone la guinda a dos días de deporte y compañerismo en Una a Una. Soberbio fin de semana con Mone y Ángel ejerciendo de perfectos anfitriones y adornado además con el debut de Azu, a quien damos una cariñosísima bienvenida.

Una a Una volvió a echarse al monte para completar con éxito la larga travesía hasta los 1432 metros de altura de la cima del Carriá, en el concejo de Ponga.

 

Ruta circular: (19/4/2015)

Longitud: 15 km / Tiempo: 6 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1200 m

Ruter@s: Rosa Fernández, Mariví, Mariajo, Luz, Marga, Montse, Méri, Mónica, Lucía, Piniella, Rubén, Javi, Felipe y Rosa.

 

A las 9:00 de la mañana desayunamos en Cangas de Onís preparándonos para una larga y dura jornada. Acercamos los coches San Ignacio (aguas arriba del Sella por la N -625) y aparcamos junto a la iglesia. Comenzamos a caminar en dirección NorOeste remontando el valle de Mura y pronto llegamos a Cañisquesu. La lluvia nos acompaña y nos espolea a mantener un buen ritmo. Dejamos a nuestra derecha el Cueto Coyugu y el valle de La Trapa y accedemos a Monapieyu donde la subida se vuelve más abrupta para alcanzar Ortigoso.

Accedemos a La Colmada y girando en dirección Oeste afrontamos una larga cresta que nos lleva a Robredo en el límite entre los concejos de Ponga y Amieva. Un último esfuerzo en terreno rocoso y escarpado nos lleva a la cumbre del Carriá. Se han abierto claros en el cielo y la lluvia deja al fin de molestarnos. Disfrutamos de las vistas a las sierras de Poana, Pregondón y Cainava y emprendemos el descenso de los más de 1400 metros de altura de esta hermosa cumbre cuya conquista nos llevó algo más de tres horas.

Buscando una ruta distinta de la que usamos para subir tomamos dirección Sur hacia Llanos de Labia y pasamos por el Canalón de la Boa. La Collada Trechu nos dirige hacia Boquera y después a L’Arenal. Rodeando el promontorio de Los Carbayales nos encontramos con las aguas del río Santagustia y las seguimos al encuentro del Sella admirando los farallones de El Canto El Segredal. Pasamos por el pueblo abandonado de Borges y girando levemente al NorEste recorremos el último tramo de senda que nos devuelve al punto de partida.

Otra espectacular jornada de naturaleza y deporte la de hoy en la que Una a Una ha vuelto a contar con la inestimable colaboración de Piniella, enciclopédico conocedor de estas montañas (y de todas). Rematamos el día con una comida de hermandad en Santillán y nos emplazamos para la próxima aventura (sea ciclista, sea montañera) en la que la primavera debería ya obsequiarnos con días soleados y despejados.

Hoy Una a Una ha realizado una costera uniendo las ciudades de Gijón y Avilés y disfrutando de un repertorio de paisajes cantábricos memorables.

 

Ruta lineal: Gijón – Candás – Cabo Peñas – Podes – Avilés (12/4/2015)

Longitud: 57 km / Tiempo: 6:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1400 m

Ruter@s: Manuela, Natalia, Sandri, Jenny, Paz, Marta, Juan y Juaco.

 

A las 9:30 de la mañana la playa de San Lorenzo nos ve partir con la amenaza de un incierto pronóstico meteorológico. Seguimos la rueda de Manuela en dirección Oeste y pronto dejamos a tras El Musel y el Cabo Torres dirigiéndonos a Xivares. Predominan las sendas estrechas con algún tramo de pista de grava sin demasiados escollos técnicos. Un continuo sube-baja nos pone calor en las piernas desde el primer minuto. Todas las rampas que encontraremos hoy serán cortas pero muchas de ellas tendrán pendientes fuertes. Llegamos a Perlora y tras superar la playa de La Palmera caemos sobre Candás

Pasada la playa de San Pedro nos enfrentamos a una rampa notable que nos aúpa a la Punta Taluxa y poco después a Antromero. Las continuas vistas a un Cantábrico del que apenas nos separamos compensan la dureza del camino. Tras más de 15 km en ruta se abre ya ante nosotras la extensa bahía de Luanco anunciada por una sucesión de calas rocosas donde un buscador avezado podría encontrar innumerables fósiles de bivalvos, crinoideos o trilobites. Dejamos atrás la villa de los “fatos” (que así se denomina a los luanquinos, “nenos” los candasinos) camino de las puntas de La Vaca y El Aguión.

Alcanzamos la rasa de Bañugues y nos preparamos para una de las subidas más exigentes del día que deba dejarnos en el Cabo de la Narvata y luego en la ensenada de Llumeres. Nos asomamos a la playa de Arnelles y a partir de ella rodamos por terreno cómodo. Pasando por Viodo giramos al Norte y nos acercamos al faro del Cabo Peñas donde aparcamos las bicis y nos regalamos un bien ganado descanso para estirar las piernas y, sobre todo, las mandíbulas. Gozando del espectacular paisaje de Peñas, entre fotos y bocadillos, nos entretenemos casi una hora antes de afrontar la última parte de la ruta.

De nuevo en marcha, ahora con rumbo Sur, pasamos por Ferrero y emprendemos una fuerte bajada hasta Verdicio que no presagia sino una nueva subida que nos lleva a La Furlada. Rodando a centímetros del mismo acantilado pasamos por el Fondal  del Cornorio que nos abre paso a la playa de Xagó. Una fuerte bajada nos deja en las dunas del arenal y por asfalto ascendemos hasta Punta Cercada. Una senda colgada sobre el mar nos deja el Cueva Caballos desde donde bajamos a Nieva y Zeluán. Siguiendo el curso de la ría alcanzamos al fin Avilés con más de 6 horas de ciclismo y naturaleza en nuestro haber. Gran ruta, gran día en Una a Una.

Huyendo del invierno nos hemos refugiado en el Cantábrico para buscar terrenos practicables en el entorno de Villaviciosa.

 

Ruta circular: Villaviciosa – Miravalles – Tornón – Villaviciosa (29/3/2015)

Longitud: 30 km / Tiempo: 4 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 800 m

Ruter@s: Noelia, Rosa, Charo, Ingrid, Manuela, Víctor, Juan, Javi y Juaco.

 

A las 10 de la mañana nos citábamos en la villa maliaya para emprender una ruta original y exigente. Queda para más adelante la prevista subida a Coto Bello impracticable a día de hoy. Arrancamos a rueda de Noelia en dirección Sur pasando por Amandi y poco después por Valbucar. Aquí la ruta empieza a ponerse cuesta arriba y a medida que giramos hacia el Este nos metemos en una zona con praderías y bosques camino de Coro. Rodamos por el Camino de Covadonga encontrando numerosos pasos húmedos y no pocas zonas técnicas. Moratín y Solares serán nuestros siguientes puntos de paso girando levemente hacia el Norte.

Seguimos ganado altura para llegar a Paniceres y Vallín. El paisaje compensa la dureza del terreno que no deja de desafiarnos con tramos embarrados y con alguna zona de piedra que nos obliga a extremar las precauciones. Dejando a nuestra izquierda el Picu Altu llegamos a Miravalles donde visitamos su palacio medieval y nos desviamos hasta la iglesia donde hacemos un alto para reponer fuerzas. Aún nos queda faena pero la mañana es perfecta para estar sobre la bici así que el grupo permanece animado. Con las reservas de glucógeno puestas al día retomamos nuestras máquinas y reemprendemos el camino.

Pasando por San Bras y Les Felgueres, giramos con el río Sebrayu en dirección a Cueli. Una senda estrecha en bajada nos regala emociones fuertes. Llegadas a la vega vemos zonas muy húmedas con tramos de río desbordados y pasos delicados. Con el Pico Cual Mayor a la vista superamos Fongabín y subimos a Prida. Aquí las ascensiones serias se han acabado por hoy. No lejos de la autovía nos dejamos caer hasta Sebrayu alcanzando al punto más septentrional de la ruta. Girando hacia el Oeste por La Remolina circulamos paralelas a la A-8 y poco antes de Onón nos desviamos en dirección Sur buscando la meta del día.

Cruzamos una zona boscosa entre Tornón y Miares y las praderías de La Requexada que se descuelgan ya sobre la Reserva Natural de la Ría de Villaviciosa. Llegamos a Carda y pocas pedaladas después a La Payariega, barriada periférica de Villaviciosa que ya nos da la bienvenida tras una mañana bien trabajada. Hermosa ruta la que Noelia preparó para Una a Una; variada, seria, con abundantes tramos genuinamente beteteros y con detalles técnicos tanto en bajada como en subida que nos hicieron disfrutar y sufrir a la par, como dictan los estatutos de este condenado-querido deporte nuestro.

La cumbre del Primiello, con cerca de 1300 metros de altura, fue el escenario de otra aventura invernal de Una a Una en la montaña oriental asturiana.

 

Ruta circular: San Román – pico Primiello – San Román (15/3/2015).

Longitud: 9,2 km / Tiempo: 4:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 876 m.

Ruter@s: Rosa, Noelia, Luz, Marga, Conchi, Mónica, Mery, Begoña, Lucía, Pili, Piniella y Javi.

 

A las 9:00 de la mañana nos citábamos en Cangas de Onís con la esperanza de que el café del desayuno nos sirviera para aclarar ideas y decidir una ruta adecuada a los malos pronósticos meteorológicos del día. Con una cota de nieve prevista para 800 metros y una probabilidad de lluvia alta para toda la mañana acordamos afrontar una ruta corta y no ganar demasiada altura. El Primiello, una cumbre media de la sierra de Amieva con una bonita travesía, será finalmente el elegido por Rosa y Piniella en cuyos expertos criterios confiamos ciegamente.

El cordal de Amieva corre en dirección Sur-Este entre las gargantas del Sella y el Dobra y va ganando altura a medida que avanza hacia el Sur hasta fundirse con el cuerpo de la Cordillera Cantábrica y con las estribaciones occidentales de los Picos de Europa. Nosotros iniciamos su conquista en San Román, a pocos kilómetros de Sames (a donde se accede por la N-625 desde Cangas de Onís. Alrededor de las 10:00 de la mañana estamos calzadas, equipadas y listas para ponernos en marcha deseosas de ir entrando en calor y combatir el intenso frío que hace.

Sendas embarradas en la primera parte de la marcha van dando paso a zonas boscosas con praderías y turberas a medida que ganamos altura. Con ritmo ligero alcanzamos los 1000 metros de altitud donde nos ganamos nuevos enemigos: nieve en el suelo y en el cielo un viento gélido del Sur que arrastra mucha niebla y nos priva de las hermosas vistas que ofrece esta sierra. Llueve intermitentemente así que no hacemos muchas paradas y mantenemos un ritmo constante que nos mantiene el calor corporal y nos acerca a la cumbre rápidamente.

Cerca de tres horas después de iniciada la marcha llegamos a la cima del Primiello. Hace bastante frío acentuado por el fuerte viento pero no renunciamos a una buena sesión de fotos antes de iniciar el descenso. Hacemos una bajada rápida sin pausas ni distracciones ya que el día sigue cerrado de niebla y orbayu, y regresamos a San Román con ganas de ponernos ropa seca y dispuestas a compartir una agradable comida en La Huera con la que cerrar otro domingo de deporte, naturaleza y aventura en Una a Una.

Hoy hemos vuelto a Grado para desde allí partir, guiadas por Elena, camino de La Degollada en una ruta entretenida, con muchos contrastes y espectaculares espacios boscosos.

 

Ruta circular: Grado – La Degollada – Grado (22/2/2015)

Longitud: 23 km / Tiempo: 4 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 623 m

Ruter@s: Elena y Juan

 

A las 10:00 de la mañana, de nuevo con mal tiempo y frío, comenzamos a rodar en Grado saliendo de la villa por la vega del Nalón aguas arriba. Nos tomamos con calma, a modo de calentamiento, el tránsito hasta Peñaflor donde cruzamos el río. Poco después, en Bolgues, abandonando el asfalto comienza el gran reto del día: el ascenso a Sierra de Pedroso. Con algunos pasos técnicos y pisando a veces grava, a veces piedra, a veces tierra, vamos ganándole altura al monte y disfrutando, en la medida de lo posible, del paisaje boscoso que nos rodea. Sí o sí, las piernas van entrando en calor.

Una hora larga después de haber metido el plato pequeño conquistamos el primer alto donde disfrutamos de un descanso y nos regalamos un tentempié. Los bien conservados restos de la Guerra Civil (trincheras, búnkers…) nos tienen entretenidas un rato y nos ofrecen un buen decorado para las fotos. De nuevo en marcha, circulamos por los toboganes de la Sierra de Pedroso, frontera natural entre los concejos de Candamo y Las Regueras, donde un sinfín de pistas forestales dan a los amantes del BTT múltiples opciones para disfrutar de sus máquinas.

Potentes repechos y bajadas técnicas nos ponen a prueba en un perfil muy quebrado que en general sigue ganando altura a medida que rodeamos el parque eólico pasando por Las Ablanosas, El Tabláu y El Pinal. Vamos describiendo un amplio lazo y disfrutando de buenas vistas al valle de Grullos. Entramos y salimos sin cesar de hermosas manchas boscosas sin encontrar ningún pueblo y acabamos regresando a Llavadorios con cerca de tres horas de esfuerzo en las piernas. Pero las subidas por hoy se han acabado y es momento de buscar una buena y divertida bajada.

Por una variante distinta a la que empleamos para subir emprendemos el descenso de El Pedroso. Tomamos una pista bastante radical que nos hace perder altura con gran rapidez, con buenas dosis de diversión y que en pocos minutos nos devuelve a las cercanías de Bolgues, a los pies del Nalón. Dejamos correr las bicis camino de Peñaflor y tras cruzar por segunda vez hoy su puente medieval afrontamos un plácido regreso a Grado. Pasadas las 14:00 la capital moscona nos ve llegar. Ha sido una gran ruta, variada y salpicada de desafíos y agradecemos a Elena su gran trabajo hoy para Una a Una.

Hoy Una a Una ha aparcado las bicicletas y se ha echado al monte para subir a Peña Salón (Ponga) y recoger el belén de cumbres que en navidades habíamos dejado allí.

 

Ruta circular a pie: Puente La Huera – Casielles – Peña Salón – Puente La Huera (15/2/2015)

Longitud: 17 km / Tiempo: 6 h  / Desnivel positivo acumulado: 930 m

Ruter@s: Rosa, Noelia, Luz, Puri, Natalia, Marga, Mariajo, Piniella, Rubén, Javi, Eloy, Manu, Javier y Félix.

 

A las 9:00 de la mañana nos citábamos en Cangas de Onís y tras desayunar nos metemos en el desfiladero de Los Beyos admirando la ingente cantidad de agua que baja de las montañas y recelando de la gran cantidad de nieve que empezamos a ver por todas partes. A eso de las 10:00, bien pertrechados, nos ponemos en marcha y enfilamos la Ruta del Cartero. Ganamos altura a buen ritmo y apenas una hora después de haber empezado a caminar nos topamos con la nieve que ralentiza la marcha. Una lluvia fina, casi un spray, nos acompaña desde la salida aconsejándonos llevar el bastón en una mano y el paraguas en la otra.

Llegamos a Casielles y nos tomamos un descanso para comer algo e hidratarnos justo cuando la lluvia se intensifica y nos empuja a refugiarnos en el soportal de la capilla. Terminados los refrigerios la lluvia nos hace un guiño y de nuevo baja de intensidad permitiéndonos reanudar la marcha con ciertas garantías. De aquí en adelante el tren de Una a Una circulará impulsado por dos locomotoras de élite: Rosa y Piniella abren huella para que los demás transitemos a su rebufo. Aún así era fácil caer en trampas blancas que nos enterraban hasta la cintura. Cansadas pero con la moral alta ganamos el collado y poco después la cumbre de Peña Salón.

Nos detenemos el tiempo justo para hacer las fotos y recoger los belenes de cumbres que nos esperaban desde finales de diciembre. Comenzamos el descenso pisando las huellas de la subida y soportando el fuerte viento que azota la cresta cimera y que desaparece superado el collado. Y cuando ya nos mentalizábamos para afrontar el tedioso y largo zig-zag de bajada, lo impensable: vemos un piragüista bajar a toda velocidad sentado sobre la nieve remando con su vara de ablano al más puro estilo de Manu Busto. Y al punto la genialidad de Piniella es imitada por todas nosotras que nos lanzamos pendiente abajo.

Medio kilómetro de vértigo y diversión que nos ahorró un par de kilómetros de penitencia. Espectacular e irrepetible experiencia sólo explicable por la confluencia de dos fuerzas mayores del universo: Piniella y las Una a Una. Desde Casielles decidimos continuar por asfalto bajando más relajadamente los 5’5 kilómetros restantes hasta Puente la Huera, a donde llegamos alrededor de las 4 de la tarde tan cansadas como felices. Una divertida comida de hermandad remató este increíble domingo invernal y montañero en Una a Una lleno de experiencias tan seguro que para recordar como incierto que para repetir.

Hoy Una a Una rodó con los chicos de la Sociedad Cicloturista Asturiana en una ruta variada y entretenida que nos llevó desde Oviedo hasta Grado y de regreso a la capital.

 

Ruta circular: Oviedo – El Escamplero – Grado – Trubia – Oviedo. (14/2/2015)

Longitud: 56 km / Tiempo: 5:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1152 m.

Ruter@s: Rosa, Puri, Mariajo, Noelia, Luz, Natalia, Sandri, Eloy, Félix y los chicos de la S.C.T.A.

 

A las 10 de la mañana se concentraba en la Losa de Renfe un numeroso pelotón de ciclistas congregados por la Sociedad Cicloturista Asturiana y por Una a Una. Con dudosos pronósticos meteorológicos salimos de Oviedo tomando el Camino de Santiago en San Lázaro de Paniceres en dirección a Gallegos. Cruzado el Nora giramos a la derecha abandonando la carretera y afrontamos la subida a El Escamplero por una senda trialera y dura. Tras unos kilómetros de buena pelea llegamos al alto y nos reagrupamos. Nos espera ahora un tramo tranquilo camino de Valsera, ya en el concejo de Las Regueras.

El tiempo sigue bueno y la moral alta. Nos metemos en el espectacular tramo boscoso que entre requiebros y pasos húmedos nos baja a Casa Nueva tras cruzar el arroyo Andayón y a los espacios abiertos de la vega del río Nalón. A partir de Paladín el terreno se vuelve llano y durante unos kilómetros acompañamos al río aguas abajo hasta llegar a Grado. Cumplidas dos horas largas de ruta hacemos un alto en la villa moscona para reponer fuerzas y enseguida emprendemos la vuelta hacia Oviedo. Desandando el camino superamos Peñaflor, cruzamos su milenario puente y nos dirigimos a Valduno.

Tras una parada en las termas romanas de Santa María de Grado giramos hacia Vega de Anzo pasando de nuevo sobre el río. Con pendiente siempre desfavorable y algunos tramos duros al final transitamos la senda fluvial del Nalón y subimos a Priañes. Una trepidante bajada asfaltada nos deja en San Pedro de Nora desde donde rodamos tranquilas hasta Trubia. Cruzamos el río, buscamos los alrededores de la fábrica y aguas arriba del Nalón tomamos el camino de enlace entre las sendas de Fuso y del Oso alternando tramos de asfalto con pasos beteteros y sorteando algún humedal.

Superamos Caces y en Las Caldas circulamos unos kilómetros pegadas al Nalón hasta llegar a los alrededores del campo de golf. Nuestro aspecto (cansadas, sudadas y rebozadas de barro) y el de los golfistas (impecables y monísimos) nos hace pensar si no habremos equivocado el deporte. Ya es tarde para arrepentirse, al fin y al cabo sólo nos queda por hoy un paseo final tranquilo que nos devuelva a Oviedo en el Parque de Invierno. Interesante y multitudinaria ruta que nos hermanó con los compañeros de la S.C.T.A. a quienes agradecemos su invitación y buena compañía en este domingo invernal.

Hoy Una a Una se ha quedado en Oviedo para vivir una experiencia blanca en el nevado monte Naranco y desafiar a la anunciada ciclogénesis explosiva que, como estaba previsto, acabó pillándonos de lleno.

 

Ruta circular: (1/2/2015)

Longitud: 19 km / Tiempo: 2 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 354 m

Ruter@s: Rosa, Mariví, Puri y Félix.

 

A las 9:30 de la mañana, con un pronóstico meteorológico pésimo pero un aspecto del cielo no tan temible, nos ponemos en marcha desde Café Colón una reducidísima representación de Una a Una, queriendo pensar que somos las más valientes y empezando a sospechar que lo que somos es las más inconscientes. Arrancamos Naranco arriba decidiendo subir por la directa y sin complicaciones, es decir por carretera. La falda del monte ovetense se ve veteada de regueros de nieve-granizo caídos durante la madrugada y somos, a estas horas, los únicos ciclistas en sus faldas. Al llegar a San miguel de Lillo vemos que la carretera está cortada al tráfico así que de ahí para arriba toda para nosotras. Vamos entrando en calor.

Poco después, antes de llegar a los restaurantes, la carretera ya se nuestra blanca pero nuestras ruedas beteteras gestionan bien estos pocos centímetros de nieve pastosa. No llueve, no molesta el viento, e incluso el sol amaga con buscarse un huequito entre las nubes y salir a saludarnos. Todo pinta bien y a estas alturas de la mañana agradecemos haber sido valientes y haber cogido nuestras bicis. Superados los zig-zags finales del Naranco sin ningún percance, patinazo ni susto alguno ganamos el alto y admiramos el velo blanco que cubre la sierra ovetense. Bajamos los prados nevados y afrontamos la subida al Pico Paisano. El cielo se vuelve translúcido y apreciamos el disco dorado del sol. Buen momento para las fotos.

En el Sagrado Corazón coincidimos con José Andrés Blanco, amigo, admirado deportista y ejemplo de superación y coraje que ha salido a gastar suela de bota en esta mañana invernal. Y de repente el cielo se vuelve negro y acto seguido comienza a nevar. Nos lo tomamos con buen humor, como cosa pintoresca, y emprendemos el descenso. Bajamos por uno de los senderos de la vertiente Sur del Naranco y entre el granizo que se nos clava en la cara, el firme cubierto de un palmo de nieve que oculta hoyos y piedras, y el frío criminal que atravesando maillot, piel y carne nos llega al mismo hueso, le van quitando gracia al asunto y hasta nos hacen plantearnos la procedencia de este experimento ciclo-invernal.

Alcanzamos la carretera pero el tormento aún seguirá durante otros tres kilómetros. El frío es fortísimo y al agua-nieve que llega de arriba se suma ahora un caudal ingente que sube desde las ruedas y nos empapa. Con pies y manos congelados, en el límite de la hipotermia, alcanzamos al fin Oviedo y apenas perdemos un segundo en despedirnos antes de correr en pos de una ducha humeante y de algo caliente que echarse al estómago. Espectacular e intrépida experiencia ciclista la de hoy. Un mérito más que añadir al currículum de Una a Una que sigue demostrando poderío y raza para enfrentarse incluso al enemigo más imbatible: el invierno en estado puro y en su versión más cruel.

Grata y original ruta en Gijón guiada por Charo que nos llevó a los altos de la parroquia de San Martín de Huerces y nos permitió trotar por una amplia variedad de terrenos con la complicidad de una mañana de temperatura muy agradable.

 

Ruta circular: Gijón – La Madera – Pico de San Martín – La Culebra – Gijón (25/1/2015).

Longitud: 37 Km / Tiempo: 3 h / Desnivel positivo acumulado: 656 m.

Ruter@s: Charo, Rosa, Manuela, Puri, Juan, Javi, Steve, Felipe, Juaco, Víctor y Salva.

 

Arrancamos a las 10 de la mañana en la Playa de San Lorenzo y tomamos la senda fluvial del Piles que con dirección Sur nos va sacando de la ciudad a través del barrio de El Quintanal. En poco tiempo llegamos a Bernueces y giramos hacia el Oeste pasando entre Granda y La Camocha rodando a buen ritmo por terreno asfaltado y prácticamente llano.

Cruzando bajo la autopista y atravesando el arroyo Gargüenzu y luego el río Pilón llegamos hasta Casares donde empezamos a afrontar las primeras pendientes del día. Con dirección netamente Sur atravesamos los bosques de Fontaciella y Vilorteo camino del Alto de La Madera que coronamos, en el límite del concejo gijonés, tras superar la parroquia de Ruedes.

Volvemos a atravesar la autovía y nos dirigimos hacia Rioseco metiéndonos de lleno en el Monumento Natural del Carbayón de Lavandera. Nos espera ahora la subida al pico San Martín, que en su kilómetro final tiene algunas rampas de consideración. Las vistas que ganamos de la bahía de Gijón pagan sobradamente el esfuerzo. Nos concedemos un descanso.

Iniciamos el descenso y rodando en dirección Norte bajamos por las pistas del paraje conocido como La Culebra. Dejamos a nuestra izquierda Aroles y a nuestra derecha el Monte de Deva a medida que ganamos rápidamente kilómetros acercándonos a Argamota. A veces por asfalto, a veces atajando por pistas, pasamos cerca de Santurio y regresamos a Granda.

Desandando la senda periurbana del Piles volvemos a Gijón bendecidos por un agradable sol que nos acompañó a ratos toda la jornada. No dejamos de pedalear hasta que no volvemos a oír el Cantábrico a cuyo lado celebramos otro domingo de deporte, naturaleza y compañerismo en Una a Una. Bravo por Charo por prepararnos esta hermosa y entretenida ruta.