Bosque de Pome (Lagos de Covadonga-Concejo de Cangas de Onís)

Distancia: 6Km
Desnivel: 445 m
Duración: 3:45 h
Acceso: desde Oviedo, A-66 Santander-Lieres-Cangas de Onís-Lagos de Covadonga-Vega de Enol-Pandecarmen.

Itinerario: Pandecarmen (1.055 m)-Mirador del Rey (1.077 m)-Bosque de Pome-Mecedura ríos Pomperi y Pelabarda.

Componentes: Rosa, Mariví, Laura, Vanesa, Rosana, Chari, Luz, Vanesa, Alba, Mariajo, Belén y Marta, y como
invitados: Jose, Ángel, Rafa y el joven Roberto.

A pesar de la meteo que daban, nada halagüeña, decidimos mantener la ruta pues la zona del oriente era
para donde probablemente podíamos librar el día, el bosque en estaba época otoñal, precioso y este en concreto, es uno de
los más espectaculares de Picos a mi parecer, además de ser el mayor hayedo del Macizo Occidental.
Así que, cruzando los dedos, iniciamos nuestro caminar en Pandecarmen para subir la pista en dirección contraria a otras
veces cuando nos vamos en busca del refugio de Vegarredonda para hacer alguna cumbre del Macizo Occidental.
Al poco de subir nos vamos por la izquierda, dirección oeste hacia el Mirador del Rey, donde está la pista cortada por un
cable, siguiendo por esta hasta llegar a dicho Mirador, desde donde ya teníamos a la vista, gran parte de la ruta de hoy.
Justo debajo teníamos el Bosque de Pome en todo su esplendor y luego, frente a nosotros, la subida que realizaríamos al
cruzar el río, por un camino muy claro, con el mazacote de Piedras Negras en el flanco derecho.


Después de unas fotos del bosque y la espectacular garganta que forman los ríos Pomperi y Pelabarda, precipitándose en
su largo recorrido hacia el río Dobra, afluente del Sella, aprovechando también para sacarnos la foto de Grupo pues las
vistas eran espectaculares, comenzamos de seguido a descender hacia el Bosque de Pome, dirección NO, por uno de los
senderos de ganado que había justo a la derecha del Mirador, dejando a la izquierda una especie de pilares de piedra
(bloques de antiguos transportadores de madera de la intensa explotación forestal a la que fue sometido el bosque en el
pasado) pues nuestra intención era bajar con esta tendencia hacia la izquierda para atravesar el bosque de hayas que
siempre está más limpio y así evitar la primera parte del bosque que está muy tupida al haber mucho carrasco y espinera,
además de otros ejemplares arbóreos como robles, castaños, abedules y fresnos pero ya con los paraguas abiertos.
Se notaba que había caído mucha agua el día anterior pues estaba el terreno bastante mojado y con mucho barro, así que,
había que ir con cuidado de no resbalar.


Siguiendo to pa bajo un buen rato, como a la mitad del bosque, nos fuimos con tendencia hacia la derecha para atravesar
en horizontal hacia el precipicio que caía al valle del Pelabarda en busca de un sendero de animales que en fuerte
pendiente nos bajaría hasta la confluencia de los ríos.
Íbamos maravillados de la belleza del bosque, con gran variedad de especies y con un hayedo impresionante,
descendiendo ahora por un sendero evidente hacia el río en busca del puente que veíamos desde arriba y que nos cruzaría
a la otra margen del Pelabarda, para comenzar la subida hacia la zona de Peñas Negras pero después de lo llovido el día
anterior tuve un mal presentimiento y es que, antes de cruzar el Pelabarda por un antiguo puente, primero había que
cruzar el Pomperi y aquí solo había algunas piedras colocadas de forma lineal para pasar al otro lado pero con mucho
musgo.
Una vez abajo, no esperando que el río bajara con tanto caudal y fuerza y después de investigar por todos los rincones
con la cantidad de maleza que había, no vimos manera de pasar el Pomperi sin tener que descalzarnos y con alguna que
otra posibilidad de caída por lo que después de sopesar los pros y los contras, se decidió dar la vuelta y ascender de nuevo
el bosque por donde habíamos bajado y disfrutar de él al máximo.
Aunque a algunos se nos quedó un poco cara de póquer, por lo menos a mí y a pesar de que íbamos algo mojados,
mereció la pena haber atravesado este bonito bosque y habernos acercado a la confluencia de estos dos ríos de aguas
cristalinas, lugar de especial belleza, que forman uno de los cañones más inaccesibles de Picos.
Ya habrá ocasión de regresar con mejor tiempo y preparados para cruzar el río en las condiciones que sea.

Mientras tanto, nos seguimos preparando para nuevas aventuras.