Duración: 11:18 h
Distancia: 20 Km
Desnivel acumulado +: 1.700 m
Acceso: Oviedo – A-8 Autovía del Cantábrico – Posada de Llanes- La Robellada-Puertas de Cabrales – Alto las
Estazadas- Inguanzo (aparcar donde la Iglesia)
Itinerario: Inguanzo (316 m) – Colláu Sordia (445 m) – La Cántera (505 m) -Cuetos Pardos – Foz del Burdio o Seu del
Hombre Muerto – Vega Seldelapiedra – Fuente del Hombre Muerto – Las Camperas – Vega Ternas (944 m)-Cda. Munios
(1.173 m)-Majada Semuñón (1.350 m)- Jorcada del Llagu (1.420 m)–Cabezo Llerosos (1.794 m)- Horcada los Bueyes
(1.695 m)- majada de Beceña (1.480 m)-Cabañas de Ostandi (1.412 m) – Vega de Cuadriscada – Majada de Dubriellu
(1.166 m) – Colláu Carraceda – Colláu Maneda (1.093) – Portillo de Busnuevu – Cruz de las Carreteras – Colláu Sordia –
Inguanzo.
Componentes del Grupo: Mariajo, Graciela, Gunilde, Charo, Rosario, Carmen, Mariluz, Ana Carbayinos, Lourdes,
Laura, Belén y Marta
Invitados: Juan, Isaac y Lila
Salimos del bonito pueblo de Inguanzo, pequeña localidad donde curiosamente nacieron ilustrísimas
personas (sobre todo del mundo de la cultura y de las finanzas), personajes muy relevantes en la Historia de España.
Al principio, subida por cómoda pista en dirección sur hacia el collado Sordia, desde donde ya observamos la estrechura
de la foz del Burdio o del Home Muerto, dirigiéndonos hacia ella por un sendero bien marcado, entrando al poco sobre
las caídas verticales que se desprenden del cueto Seldelapiedra que cierra la foz por su lado oriental, pegadas a las paredes
calizas para llegar a su parte más angosta que desciende a la altura del río Burdiu, extremando las precauciones.
Terminado el sedo, se abre ante nosotras el valle en la zona conocida como Honcaleda, encontrándonos después de pelear
un rato con la maleza, la fuente del Home Muerto (No se sabe a ciencia cierta pero cuenta la leyenda que fue un paisano
de la zona que hace muchos años falleció por un corte de digestión al beber las frías aguas de la fuente).
Subimos hasta la parte alta del valle para hacer un giro de 90º y entrar en la amplia y llana vega de Ternás, donde aún
quedan algunos restos de cabañas, ya en estado totalmente ruinoso y bastante tomadas por la maleza .
Cruzando esta, nos alzamos por la vallina que tenemos enfrente hasta la collada Munios que marca la divisoria de pastos
entre las parroquias de Inguanzo y Berodia, dejando a nuestra izquierda La Canal, interminable canalón por el que se
puede subir a la majada de Ostandi y base para las ascensiones al pico Cuetón.
En el collado Munios enlazamos con el sendero que proviene de Berodia y se dirige a la majada Semuñón, tramo con
antiguo empedrado que en continuo ascenso en diagonal y una anchura bastante considerable, muestra la importancia que
tuvo este sendero y el trasiego que ascendía desde Berodia a las majadas y pastos de los puertos.
Seguimos pegados a los contrafuertes del Canto la Portiella en dirección al Jorcau Veyugal, para adentrarnos en el
paisaje más típico de Picos, caliza, jous y llambrias, encontrándonos a un pastor de cabras, llamado Gerardo, oriundo de
Berodia que nos acompañó hasta la majada Semuñón, donde tenía una cabaña, contándonos bastantes anécdotas y
llevándonos hasta la fuente para avituallarnos que de otra manera nos hubiera llevado bastante encontrarla, donde
estuvimos charlando un buen rato con él pues según contaba, subía todo el verano a cuidar las cabras de los llobos, ya
que, según él ya atacaban hasta por el día y, además, no pasaba mucha gente con la que poder hablar un ratito.
Después de agradecerle sus orientaciones para continuar ruta y que nos hubiera enseñado la fuente de Semuñón,
continuamos hacia un paré vertical muy llamativo, que teníamos enfrente, el Paré L'Llagu (nombre que se debe a la
pequeña llaguna de Jostiqueruda y los restos de la majada homónima, situada a los pies del paré), pasando por la
izquierda a través de una colgada travesía que nos llevaría hasta la Jorcada del Llagu, que tras pasarlo dio paso a un
marcado valle que nos separaba de la agreste cara norte del Jascal, girando 90 grados para dirigirnos en dirección este
subiendo ya por terreno totalmente calizo, con vistas a la cumbre del Cabezo LLerosos.
Elegimos subir por la cara noroccidental del Llerosos rodeando antes el profundo Jou de las Teyeras que nos separaba de
su base, sin mayor dificultad, aunque muy muy pindio, llegando a la cumbre nada afilada y que nos permitió estar
muy cómodas, además de ser uno de los mejores miradores que podemos encontrar para disfrutar de las vistas sobre los
macizos del Cornión y los Urrieles.
Con unas vistas espectaculares hacia el Cuera y los valles cabraliegos, el Macizo Central con la enorme brecha de la
Garganta del Cares separándolo del Occidental, nos acomodamos y nos comimos el bien merecido bocadillo,
contemplando tan increíbles vistas.
Luego ya descendimos por la vertiente opuesta a la que habíamos ascendido, dirección sureste, hacia la Horcada los
Bueyes, paso que une las majadas situadas al sur como Beresna y Vega Maor con las de Beceña y Ondón.
Desde la horcada, avanzamos dirección este por la zona cumbrera que discurre a la izquierda de la canal de Fuentes de
Rama, una zona de pequeñas cumbres alomadas, jous y ningún sendero (ojito a este tramo con niebla), orientándonos
hacia la majada de Beceña, situada en una hondonada, en un terreno algo caótico, de jous y llambrias pero sin acercarnos
hasta ella, salimos dirección N por las elevaciones que vemos en el montículo frente a nosotras, lugar perfecto para
contemplar el Urriello.
Atravesamos la parte alta de la sierra para dirigirnos hacia la majada de Ostandi esquivando el canalón por su parte alta,
que baja a Ternás pero sin llegar junto a las cabañas, nos vamos por el sendero de la izquierda, hacia la majada de
Dubriello, para luego llegar a las proximidades del Collau Carroceda y seguido al collau Maneda que separa la cumbre
del Coronas de la agreste sierra de Dobros.
Frente a nosotras distinguimos en esta sierra, la marcada canal de Cananda, una vira diagonal que desciende hasta las
profundidades del Cares.
Siguiendo hacia la izquierda, aparecía una zona de praderías de Busnuevo en cuya parte inferior ya vimos la Portilla de
Busnuevo donde arranca el camín minero que nos descendió de estos puertos hacia las inmediaciones de Inguanzo, dando
ya vista al pueblo una vez superada aunque aún nos restaban 600 metros de desnivel en descenso, con un trazado que en
varias revueltas salvaba la verticalidad de la cara sur de la sierra de Dobros, pudiendo observar las bocaminas y alguna
que otra hendidura, debida a la explotación minera que hubo en esta sierra, de la que se extraía Manganeso, comenzando
su explotación en el año 1.869, durando prácticamente un siglo.
Finalmente, salimos a una pista recién construida de la que solo aprovechamos unos cientos de metros puesto que en la
primera curva ya seguimos por el sendero de frente para descender por las praderías de nuevo hasta el collao Sordia,
donde ya enlazamos con el camino de por la mañana, cayéndonos una pequeña tormenta en los últimos metros al pueblo.
Un día de montaña largo, pero que sin duda siempre merece la pena. Una a Una no para!