PEÑA UBIÑA (2.417 m) (Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa)

Distancia: 10,6 Km
Duración: 7:10 h
Desnivel: + 1.245 m

Acceso: Oviedo-A-66 Pto.Pajares/León-Campomanes-carretera Puerto de la Cubilla-Tuiza de Arriba.

Itinerario: Tuiza de Arriba (1.200 m)-Camino de verano-La Portilla-Vega y refugio de Meicín (1.546 m)-Valle de
Cavarrubia-Joyos Les Cabres-Senda Les Merines-Espolón Este-Peña Ubiña (2.417 m)-Arista SE (vía normal)-Alto
Terreos (1.886 m)-La Forquetona.-Vega y refugio de Meicín-Tuiza de Arriba.

Componentes: Lourdes, Laura y Marta. Invitada: Vanesa.

Partimos del aparcamiento del pueblo de Tuiza de Riba, con el tiempo un poco irregular aunque de
momento de sol, con bastante bochorno pero posible cambio para después de la comida, ya que iría nublándose
el día y entraría alguna que otra tormenta para la tarde.
Subimos como siempre por encima del pueblo para tomar el camino de verano hacia el refugio, dirección SO,
llegando en un tranquilo caminar hasta la Portilla, plantándonos en poco más de 50’ en la vega del Meicín,
donde no pararíamos, ya lo haríamos a la vuelta, ya que queríamos evitar que nos pillara el mal tiempo.


Justo antes de Refugio, nos fuimos a la derecha para tomar el tan conocido y pateado valle de Cavarrubia, ya
que nuestra intención era hacer cumbre por el entretenido espolón este, así que, después de una fuerte y larga
subida, llegamos al collado que separaba a la derecha el Siete y los Portillines de la Peña Ubiña, tomando a la
izquierda la Senda les Merines, para dejar a nuestra izquierda el Cuetu les Cabres, modesta cumbre respecto a
sus hermanas mayores pero no por ello menos delicada.

A medida que íbamos cogiendo altura se iba haciendo más evidente el mar de nubes y a nuestra espalda, se
divisaban las cumbres de la Mesa, la Tesa y la Almagrera, entre otras, empezando a ver entrar la niebla por la
cara norte aunque bastante lenta.


Después de seguir la senda les Merines un buen rato y justo al llegar a un collado, donde luego comienza un
descenso que nos llevaría al Alto Terreros, vemos encima un hombro herboso jitado, aquí comienza el espolón,
teniendo delante más de 300 m de desnivel, más que entretenidos, lleno de trepadas, con algún que otro paso de
II y II+ y un pequeño paso aéreo por una mini arista que se hace sin dificultad alguna.


Aunque se nos metió la niebla en varias ocasiones, fuimos negociando la subida y gracias al viento, esta se iba
y venía, dejándonos intuir la subida, llegando a cumbre sin problema alguno, realizando los últimos metros
caminando la parte final del espolón hasta alcanzar la cumbre. La única pena, la invisibilidad de las cumbres
que se observan desde esta atalaya que es la Ubiña Grande.
Después de esperar un rato en ella, tuvimos la suerte de que se difuminara un segundo la niebla para poder ver
hasta el refugio, con la suerte además de que solo nos encontramos a tres personas en cumbre.
Sacamos unas fotos junto al vértice y nos lanzamos al descenso por su vía normal, la cara SE, bajando
alegremente para ir a comer el bocadillo al refugio, descendiendo rápidamente hasta el Alto Terreos y seguido y
con alguna que otra carrerilla hasta el Refugio, donde dimos buena cuenta de la comida que llevábamos con una
espectacular caña de cerveza.
Finalizado el bocadillo, ya solo nos restaba desandar el camino de la ida, volviendo hasta la Portilla y de ahí por
el mismo camino de invierno regresar al aparcamiento de Tuiza Riba.

Nos encantan estas salidas!! Vamos a por más, Una a Una no para.

 

MINES DE TEXEO y PICO SANTIAGO (1.684 m), Concejo de Riosa-Sierra del Aramo

Distancia: 11,5 Km
Duración: 6:45 h
Desnivel: +1.284 m
Acceso: Desde Oviedo – AP-66 Pto.Pajares/León – Salida Alto el Caleyu- Argame-Salida Riosa-La Foz-La Ará-La Vega-
RI-6 Llamo
Itinerario: Llamo (528 m) – Poblado minero de Rioseco (629 m) – Mirador-1er nivel minas-Campa Texeu- 2º nivel
minas (bocamina)- Socavón de la Campa les Mines de Texeu (1.160 m) – Cuesta Cerezales -vega y laguna de Llazarandín
(1.640 m)- Pico Santiago (1.684 m) – Braña Rubio o Fondo de Vega –Cuaña Covariega (1.485 m)-Bosque de hayas de la
Matona- Llana Cimera – Camín de Felguera – Chichariego – Los Caleyos – Km 4 RI-6.

Componentes: Rosa, Mariajo, Mari Luz, Ana, Sonia, Cris, Rosana, Aida, Celia, Charo, Lourdes, Ana Carbayinos, Isa,
Mariví, Carmen, Isa Salgado, Vanesa, Gunilde y Marta
Invitados: Javi, Juan, Armando, Manuel y el pequeño Gonzalo

 

Esta vez las Una a Una nos desplazamos al cercano concejo de Riosa, concretamente al desconocido pueblo
de Llamo, en un entorno precioso de la vertiente oriental de la Sierra del Aramo, también gran desconocida, ya que,
normalmente, la entrada se suele realizar tanto por el Angliru como por la vertiente quirosana.
Nuestro recorrido partió del mencionado pueblo de Llamo, situado al sur del concejo de Riosa, tomando dirección S hacia
las milenarias Minas de Texeo (llamadas así por la cantidad de tejos/texos que había en la Sierra del Aramo),
consideradas las más antiguas de Europa.
La ruta de hoy tenía una parte cultural a cargo de nuestra compañera Rosana, con su pequeño ayudante Gonzalo, gran
apasionado de los minerales y otra de naturaleza montañera.
Esta primera parte, de gran interés por la arqueología minera, nos llevó a lo largo del recorrido de ascenso hasta el
poblado minero de Rioseco, lugar de residencia de las familias mineras entre los siglos XIX y XX, donde Rosana, gran
conocedora de la geología de la zona ya nos hizo una pequeña introducción.
The Aramo Copper Mines Ltd comenzó la construcción del Poblado Minero de Rioseco en 1892. Edificó 3 bloques de
viviendas para los mineros, un edificio donde se encontraba la fragua y una cuadra de caballerías, otro donde se
concentraron los servicios del poblado (bar, oficina y economato) y, alejado de todo ello para evidenciar las clases
sociales, la Casa del Director.
La explotación de las minas de Rioseco cesó en 1960 ante el desplome del precio del cobre y sus instalaciones fueron
abandonadas siendo rehabilitadas en parte posteriormente, como pudimos observar.
Dicha rehabilitación formó parte de un ambicioso plan turístico impulsado por el Consistorio para aprovechar la mina
prehistórica de Texéu, incluyendo, entre otros equipamientos, un aula de interpretación sobre esta y un museo sobre la
historia de la minería del cobre, siendo en 2011 rehabilitadas parcialmente varias instalaciones con un presupuesto de
unos 400.000 € gracias a los fondos mineros pero actualmente tan ambicioso plan pasó a mejor vida, con la vegetación
adueñándose completamente del entorno.

Continuamos la ruta por el lateral izdo del complejo, ascendiendo hasta el mirador instalado a la altura del Socavón de
Rioseco, con muy buenas vistas del Cordal de les Segaes, del valle y de las instalaciones que ante el abandono de los
poderes públicos que propiciaron su restauración volvían a quedar ocultas por la vegetación.
Retrocedemos de nuevo hasta el camino para irnos por la izquierda y comenzar el fuerte ascenso que en multitud de
revueltas, unas 52, nos llevarían hasta el piso 2º de las Minas de Texeu, pasando en algún punto del camino junto a los
restos del cable aéreo por el que bajaban el mineral en cagilones.
Al llegar al nivel 1º vadeamos una llamarga, situada a la izquierda del sendero para acceder a la bocamina, protegida con
una verja metálica y se ven restos de vagonetas en su interior
Luego, ya entramos en la Campa Texeu donde el sendero se difumina bastante, atravesándola en sentido ascendente hasta
alcanzar los restos de las instalaciones del 2º piso o nivel
Apenas andados unos 5 minutos, pasamos junto a una nueva bocamina, quizás en piso 3º, de menos entidad y nada más
pasarla seguimos un sendero a la izquierda que nos llevó al espectacular Socavón de la Campa les Mines, piso 4º, donde
después de introducirnos por sus galerías, de las que extraían el mineral, Rosana nos explicó tanto su descubrimiento
como su explotación, con la imprescindible colaboración de Gonzalo que nos ayudó a distinguir la azurita y la malaquita,
minerales que fue recogiendo durante el ascenso.
Según las investigaciones de nuestra compañera, la teoría más extendida era que Alejandro Van Straalen, director de las
minas de mercurio de La Soterraña (concejo de Lena), redescubrió las Minas de Texeo en 1888. Explorando el bosque se
percató del movimiento de las ramas de un árbol. Este balanceo fue provocado por una corriente de aire que salía de los
pozos verticales excavados por los hombres primitivos. Sin embargo, estudios recientes le otorgaban el descubrimiento a
Adrien Paillette, en 1846.
Los primeros vestigios de su explotación, cobre y cobalto, se remontan al neolítico, hace más de 4500 años.

 

Además, hizo hincapié en la morfología de la Sierra del Aramo, de paredes verticales que parecía que se te echaban
encima debido a la faya que existe, hablándonos también de los curiosos pilares, arcos y bóvedas labrados por los
mineros ancestrales con sus rudimentarias herramientas de las que disponían en aquellos tiempos prehistóricos.
Un poco más a la izquierda del socavón hay otra bocamina hasta la que no fuimos, encontrándose en sus cercanías la
mina de l´Arrebolleu y donde al igual que el Socavón de la Campa,  también se hallaron restos de explotación minera y
esqueletos  humanos de la época neolítica.
Acabada nuestra visita a las minas, el Grupo se dividió, una parte decidió regresar sobre sus pasos y el resto, nos
dirigimos hacia el Pico Santiago para realizar la ruta circular completa.
Desde el Socavón de la Campa les Mines seguimos un sendero casi que se distinguía a nuestra derecha en horizontal hasta
situarnos sobre la Campa Texeu, ascendiendo por la empinada cuesta de la Campa Cerezales hasta alcanzar el paredón
calizo que teníamos encima, cogiendo un sendero hacia la derecha poco antes de llegar a este que, iniciaba una travesía
horizontal por terreno mixto de pasto y roca, pasando por entre multitud de carrascos y texos, y con hermosas vistas hacia
el Cordal de les Segaes y el picu Arandanusas, realizando un último esfuerzo to pa riba para acceder a la bonita vega de
Llazarandín, desde donde ya divisábamos la cumbre que íbamos a ascender, justo al fondo y a la derecha de la vega,
pasando primero por delante de la pequeña laguna de Llazarandín, recrecida de forma artificial para sustentar de agua al
ganado durante el periodo estival.

Una vez en cumbre y con su bonito buzón “un hórreo” nos hicimos multitud de fotos con las maravillosas vistas que
teníamos a nuestro alrededor: pcos Xistras y Gamoniteiru, cumbres de la cordillera pertenecientes al concejo de Aller,
Picos de Europa a golpe de zoom, Oviedo, Valle de Turón, otras cumbres de la Sierra del Aramo…


Después de comer el bocata y un poco de descanso bien merecido pues el día estaba completamente despejado y lucía el
sol, iniciamos el descenso, con rumbo NNE para bajar a la Braña Rubio o Fondo de Vega, en busca del antiguo sendero
que utilizaban los vecinos de Felguera para subir al puerto. En Fondo de Vega giramos al E para descender hacia la
Covariega en busca del “paso” de la Cuaña Covariega, al que debíamos ir atentos y pegados a la arista pues estaba
bastante disimulado y a contrapié pero enseguida dimos con él y después de atravesarlo pasamos por un tramo de
descenso por el bosque de hayas de La Matona, rodeando el Cuetu Vidures.


Comenzamos un fuerte descenso realizando multitud de zetas que se hizo bastante pesado pero afortunadamente y al no
haber llovido durante toda la semana estaba todo muy seco y nos encontramos con un sendero bastante limpio, con lo que
enseguida nos plantamos en la Llana Cimera, bajando hasta el fondo, de donde salía una pista a nuestra izquierda, hacia el
pueblo de Felguera.

Después de bajar por la pista un rato, abandonamos esta que nos hubiera llevado a los pueblos de Felguera y Rodacaxil,
tomando un camino a hacia la derecha que parecía que estaba bastante cerrado pero solo era un poco al principio, el cual
nos llevó hasta las cabañas de Chichariego. Allí entramos en un prao con una cuadra por debajo del camino y seguimos la
traza de la canal de aguas, hacia Llamo, que va de los Gueyos de Llamo a Arroxines, pasando varias portillas con pasos
para no tener que abrirlas y así no se escape el ganao, por terreno algo embarrado hasta la cabaña de los Caleyos, donde
cogimos un camino a la izquierda que nos depositó en la carretera poco después del pueblo de la Cantera,
aproximadamente en el Km 4 RI-6, al lado de una gran nave de ganao, donde habíamos dejado el coche aparcado para no
tener que recorrer los 3 Km de carretera que faltaban hasta el pueblo de Llamo, dando por finalizada esta guapa y original
aventura montañera.

Pico Vaxinas o Vajinas (1.540 m) y Vaxinas Norte (1.509 m) Concejo de Teverga

Distancia: 12,4 Km
Duración: 7 h
Desnivel: + 949 m

Componentes: Aida, Raquel, Charo, Rosa, Isa, Carmen, Belén, Mariajo, Noemí, Ana, Cris y Marta

Acceso: Oviedo A-63 Trubia- AS-228 Proaza – Teverga AS-265 Puerto San Lorenzo-Vixidel
Itinerario: Vixidel (700 m)- Veigas-Valle de Cualmundi – Cabaña Tablaos (837 m)-Monte Cualmundi- Llano Pollares
(1.359 m)-Pico Vaxinas, Vaginas o Lavandera (1.511 m) – Vaxinas Norte (1.509 m) – Picos Vigidel – Hayedo- Mortera
de Cansinos – Collá de Cansinos (904 m)-La pradera de Redote-Vixidel

Aparcamos a la entrada del pueblo, en la misma orilla de la carretera, partiendo dirección E en fuerte
pendiente entre las casas del pueblo, dejando la Ermita de Nuestra Señora a la derecha (también podríamos seguir el
camino que va por delante de ella), para luego girar a la derecha (S), en busca del Valle de Cualmundi, que recorreremos
de norte a sur. Esta primera parte, circula por una cómoda pista entre bosques y cabañas pasando por la zona de Veigas.
Durante el recorrido inicial, cruzamos varias veces el río por puentes, llegando a un cruce, donde seguimos la pista de la
izquierda, por la parte baja del valle y llegados a una fuerte curva que gira hacia la derecha, hay que estar atentos pues
abandonamos la pista, para meternos por un sendero a la izquierda que seguía el valle hacia el sur, ya que, nuestra
intención era subir al collado que se encuentra en el fondo.


En las inmediaciones de este lugar se juntan las aguas de los arroyos Vallina Formoso y Torno, donde ya empezó nuestra
primera aventura del día, cruzar el arroyo con la cantidad de agua que bajaba. No quedó otra que descalzarse y meterse en
las gélidas aguas cristalinas para pasar al otro lado, tomando después dirección E, para comenzar la primera subida
importante del día.
Después de un precioso paseo por un sendero que atravesaba el húmedo bosque, al lado del arroyo con sus bonitas y
variadas cascadas, llegamos a una campera que dejo paso a una fuerte subida a través de un precioso hayedo que en varias
revueltas nos alzó a la zona superior del valle, saliendo junto a una solitaria cabaña, Tablaos, que daba paso al propio
collado. Desde este, ya teníamos a la vista aunque un poco alejado aún, el Pico Vaxinas.
Buscamos un sendero por debajo del cotoyal, ya que, se encuentra bastante tomao pero se ve enseguida, cruzando la
ladera oriental del Monte Cualmundi, sin ganar altura inicialmente, viendo el camino cada vez más marcado y subiendo
finalmente a lo alto del cordal entre matorral bajo.


La parte alta de la sierra, será un poco de piedra y matorral bajo, comenzando la subida a cumbre, a la cual llegamos en
poco tiempo.
Desde el Pico Vaxinas, también llamado Vajinas, Lavandera o Gancéu, tenemos unas bonitas vistas hacia el oriente, del
Picu la Siella y Peña Saleras. Hacia el S-SE, parte del Macizo de Ubiña e incluso montes de Somiedo como los Bígaros.
En la zona SO, se dejaban ver los teverganos Peña Michu y Peña Negra y hacia el Occidente, por Belmonte asomaba Peña
Manteca.


Después de unas cuantas fotos de Grupo y varios 360º, comenzamos el descenso dirección a la cumbre norte del Vaxinas
para luego continuar toda la arista hacia los picos de Vixidel. Este fue un tramo corto un poco empinado tomado por el
brezo pero fijándose bien se veían trazas de sendero, por lo que se bajó bien.
Aprovechamos para comer el bocadillo en las praderas previas a los picos de Vixidel y después continuamos hasta justo
antes del pico principal, donde en un pequeño collado nos fuimos a la derecha para descender por un precioso hayedo al
principio con fuerte pendiente, que nos sacó a la pista que iba a los Cansinos.


Ya en la pista, que no abandonaríamos ya hasta Vixidel, pasando antes por la Mortera de Cansinos, hasta la Collá del
mismo nombre, alcanzando un bonito paraje de cabañas con la preciosa pradera de Redote y su cabaña bien arreglada,
donde ya cogimos un camino a la izquierda que nos devolvió al pueblo.

 

Peña Gamonal (1.095 m)-Pico la Carba (1.132 m)-Les Llombes (1.139 m)

Distancia: 15 Km
Duración: 6h
Desnivel: + 971 m
Acceso: Oviedo – AS-17 Puerto Tarna- Laviana-Rioseco (aparcamos al final del pueblo, donde la Residencia de
Ancianos, frente al Centro de Salud)
Itinerario: Barrio del Pedrosu de Rioseco (386 m)- PR AS-122 “Ruta de la Calzada Romana”- Peñón del Caspiu (550
m)-Fte. La Llera (645 m) – Majada Gamonal (945 m) – Peña Gamonal (1.095 m) – Collaína del Rosellón (1063 m) –
Collau Unqueru (1.013 m) – Picu La Carba (1132 m)-Cdo. Faidiellu (1.064 m)-Les Llombes (1.139 m)-Collao
Lechuguero (1.033 m)- PR AS-123 "Peña de la Xamoca"- Fuente el Huerbu y majada les Campes (1.005 m)-Mjda
Lluenga (767 m)- Cabaña Huerbu (714 m)-Rioseco-Barrio del Pedrosu.

Componentes: Rosa, Sonia, Charo, Mariajo, Mari Luz, Ana, Paula, Isa, Ari, Laura y Marta.

 

Sobrescobio, concejo situado en las estribaciones de la Cordillera, entre el de Laviana al Sur y el de Caso al
Norte; justo en la entalladura del Nalón de la que toma el nombre, pues el topónimo proviene de la raíz latina super
scopolum, que significa sobre los escobios o sobre el desfiladero, refiriéndose a dicha angostura; corredor de entrada al
concejo ya desde el origen de los tiempos. Y es precisamente que hoy pretendemos conocer los vestigios del tramo de la
vía romana a su paso por las inmediaciones de Rioseco, el Camínd'Acéu, el cual atravesaba el concejo siguiendo el curso
del Nalón y conectaba con el ramal del Camín Real del Sellón, calzada que, proveniente de Villaviciosa, daba salida a
la Meseta salvando la Cordillera Cantábrica por Tarna. Camín Real trasmontano transitado desde tiempos inmemoriales
por legiones, mercaderes, pastores transhumantes y peregrinos, pues era ruta Jacobea.
Recientemente puesto en valor por el Ayuntamiento de Sobrescobio, esta ruta del Camín Acéu, que se ciñe al tramo
donde se conservan los vestigios de la calzada romana hasta el Barranco de Anzó, es un sencillo, instructivo y muy
recomendable paseo apto para todo el mundo y que encontraremos a nuestro paso, transitando por el PR. Pero nosotras
obviamos este sencillo tramo, continuando to pa riba, siguiendo los pasos del PR AS-122 “Ruta de la Calzada
Romana”, el cual habíamos iniciado al otro lado de la carretera donde aparcamos, junto al panel indicativo de la ruta.


Al poco de comenzar la ruta y con paraguas en mano, pasamos al lado de un mirador, con unas bonitas vistas del Embalse
de Tanes (construido en los años 70 y que forma un complejo hidráulico junto con el cercano embalse de Rioseco aguas
abajo del Nalón, pues su central eléctrica es del tipo reversible; por el día el agua pasa de Tanes a Rioseco para
producir energía y, por la noche, aprovechando la menor demanda eléctrica, el agua se bombea al revés), Cantu
Cumbral, Peña Cuyargayos, El Retriñón, Pico Cogollo o Peña Escrita, Villamorey y la Sierra del Crespón… para
continuar en suave ascenso hacia el Peñón del Caspiu (donde veremos dos placas en honor a las víctimas por los
fusilamientos durante la guerra civil), siguiendo por el camino evidente hasta situarnos a la altura de la cuadra de los
Casaplinos, donde nos salió un amigable mastín que cuidaba de sus cabras.


Proseguimos hasta un nuevo cruce de caminos, donde se recibe por la derecha la pista que asciende por el Barranco de
Anzó. En este punto continuamos a la izquierda la ascensión hacia la Gamonal entre las praderías de Gamonalín, un
imponente balcón sobre las presas de Tanes y Rioseco, encontrándonos con la Majada de la Gamonal, hermosa pradería
con amplias vistas y con dos cabañas, dejándolas a la izquierda, yéndonos hacia el collado de La Faya por debajo de una
crestería, desde donde ya hicimos cumbre en la Peña Gamonal por un paso corto y estrecho entre roca y brezo.
Desde aquí, nos dirigimos hacia la Collaína del Rosellón, la cual toma el nombre del pico que tendremos que rodear por la
izquierda, en dirección al Collado de Unqueru, con los Picos de la Carba frente a nosotros y con varias opciones de escape
viendo el vendaval de lluvia y aire que nos azotaba.


Por la izquierda podríamos coger la pista que, junto al Arroyo Huerbu y en varios zig-zag, nos devolvería de nuevo a
Rioseco o por la derecha, otra pista que nos también nos bajaría al pueblo, descendido hacia el barranco de Anzó pero
decidimos arriesgarnos y subir al picu la Carba y luego ya veríamos.
Después de hacer cumbre y la foto de rigor del Grupo, con unas vistas espectaculares en todas direcciones aunque
estropeadas por el mal tiempo y viendo que lo peor ya había pasado, decidimos continuar ruta por el Cordal de Trapa,
realizando los Picos de la Carba, pasando por les Llombes, con la Xamoca frente a nosotros, espolvoreada de nieve,
observando a nuestro paso cumbres emblemáticas como el Retriñón, el Torres, el embalse de Rioseco, el valle de Soto de
Agues con las Foces de Llaímu por donde discurre la Ruta del Alba y la Sierra del Crespón sobre Villamorey,
el Triguero en la Sierra de Peñamayor, estribaciones septentrionales del Cordal de Ponga, el valle de La Marea, al fondo
del todo ligeramente a la izquierda, la Sierra del Sueve…
Llegamos al collado Lechugero y descendimos para coger ahora el PR AS-123 "Peña de la Xamoca” que nos llevaría por
un precioso bosque, por debajo de los contrafuertes de la Peña la Xamoca, hasta la fuente de Huerbu y unos metros más
abajo, la preciosa majada Les Campes, donde aprovechamos para comer el bocadillo atechadas bajo el alero de una de sus
cabañas.
Luego ya solo nos restaba tirarnos monte a través, dirección sur, aprovechando senderos de ganado y de pastores hasta
una cabaña en ruinas, majada Lluenga, donde yéndonos hacia la izquierda tomamos un camino bien conservado, pasando

junto a la cabaña Huerbu para salir a una pista hormigonada que nos devolvió a la entrada del pueblo de Rioseco, no
teniendo que caminar más que unos 200 m por el pueblo para regresar de nuevo al final del mismo en el barrio del
Pedroso.
A pesar del mal pronóstico meteorológico y aunque nos llovió a ratos, salvamos el día y completamos la ruta, como suele
hacer este Grupo de chicas tan bravas.

Raquetada al Pico Llomba (1.953 m), Arbás del Puerto-Puerto Pajares

Distancia: 12,5 km

Desnivel: 700m

Duración: 4h

Acceso por carretera: desde Oviedo – AP-66 Puerto Pajares/León – Puerto Pajares-Arbás del Puerto-Fuente.

Itinerario: Arbás del Puerto (1.332 m) – Colegiata Sª Mª de Arbás – Arroyo los Pozos- Mina Africana e Inés-Minicentral
Hidroeléctrica (1.405 m) – Captación de agua del Arroyo Los Pozos – Balsa de la Minicentral Hidroeléctrica – Pico
Llomba (1.953 m.a.) Mina Africana (hulla) – Arbás del Puerto.

Componentes: Laura, Mariajo, Cris, Belén, Charo, Begoña, Carmen, Maite, Lourdes, Sonia y Marta.

Con un día que prometía más bien poco, salimos desde el mismo aparcamiento justo al lado de la fuente,
unas cuantas valientes del Grupo Una a Una, viendo el tiempo que nos esperaba según las predicciones, lluvia y viento.
La idea era subir por el pico Llomba y la Pájara hacia el Cellón pero ya veríamos sobre la marcha, lo que la climatología
nos permitía hacer.

Orbayaba un poco y había niebla pero decidimos hacer lo que se pudiera, así que cruzando la carretera y pasando por
delante de la Colegiata de Santa María de Arbás, nos pusimos, unas las raquetas y otras los esquís de travesía y, cogimos
una pista rumbo N que, nos llevaría justo por el fondo del valle de los Pozos por una ancha pista.
Atravesamos en nuestro recorrido, las antiguas explotaciones mineras, observando alguna de las bocaminas de las
explotaciones de hulla de Mina Africana y La Inés.

Sin mucha prisa, íbamos avanzando y ya había dejado de orbayar aunque el día estaba feo y húmedo, así que, después de
un rato, llegamos a la minicentral hidroeléctrica (el agua de las laderas del Cellón y La Pájara son recogidas a media
ladera canalizándola para después precipitarla por un tubo de unos 250 metros y mover turbina), siguiendo pista arriba
en busca del vértice de las dos laderas.
Según íbamos ganando metros de altitud la temperatura y el día parecía que iban mejorando, así que, tuvimos un atisbo de
esperanza de poder librar la borrasca, llegando al poco a la balsa de captación de agua del arroyo Los Pozos, justó debajo
de la majada del mismo nombre, entre la confluencia de la ladera Sur del Cellón y la Occidental de La Pájara.
Una vez aquí, la pista que giraba en sentido contrario hacia la izquierda, ascendía hacia el Cellón pero nuestro objetivo en
principio era poder llegar hasta la Llomba y luego a la Pájara, así que continuamos de frente por la misma pista para al
poco hacer un giro brusco a la derecha y después de un pequeño ascenso, transitar llano a media ladera de los picos
Llomba y La Pájara.

Según avanzábamos, poco a poco, se fue abriendo un poco el día y ya pudimos distinguir perfectamente en frente nuestra,
Peña Celleros (ascendida el año pasado con el Grupo), las Tres Marías y el Cuitu Negru, divisando bajo este, la estación
invernal de Valgrande-Pajares, además de otras cumbres más.
Con este plano recorrido llegamos a la balsa donde se concentra el agua y se precipita hacia la turbina de la minicentral
que dejamos abajo a la derecha. Unos metros antes de llegar a “la piscina” la pista giraba bruscamente al NE y comenzaba
a subir sin dilación pero realizando otro giro para facilitar un poco la ascensión. Tras esta pequeña “zeta” la traza se
suavizó y nos plantó sobre la cumbrera que asciende al Pico Llomba y continúa a La Pájara. En este tránsito las vistas ya
empezaron a ser impresionantes especialmente hacia el blanco Macizo de Ubiña, además del valle del Alto Bernesga y la
Sierra de Peña Laza pero también comenzó a soplar algo más fuerte el aire, lo que nos hizo pensar que no llegaríamos al
Cellón puesto que este cordal con viento se hace muy difícil de caminar.
Bajo el pico Llomba , comenzamos el fuerte ascenso, realizando varias zetas sin descanso para alcanzar su cima pero el
estado de la nieve no era muy bueno a causa de la lluvia de días anteriores, así que, nos costó un poco llegar a cumbre
pues las raquetas se hundían a cada paso que dábamos.

Las primeras en llegar fueron nuestras esquiadoras de travesía y luego el resto con las raquetas, donde soplaba muchísimo
el viento y había enfriado bastante la temperatura, así que, nos sacamos la foto de Grupo y alguna más, viendo las
espectaculares panorámicas que teníamos delante nuestro: gran parte de la Cordillera, con el Estorbín de Valverde; desde
Ubiña La Pequeña, Peña Cerreos, Ubiña La Grande, Los Castillines, el Siete, los Portillínes, Los Fontanes, Prau Albo,
Fariñentu, Siegalavá, Peña Rueda, y detrás la zona de Los Huertos del Diablo, todo un lujazo, también la vertiente más
leonesa, como la zona de Peñalaza, Cueto San Mateo, Fontún, etc… Nada más terminar nos tiramos a toda prisa para
abajo, para salir de aquella ventolera.
El resto de la ruta simplemente fue desandar el camino de la ida, luciendo el sol en algunos tramos, finalizando de nuevo
en el pueblo de Arbás del Puerto, sin habernos caído ni una gota más, salvando un día que prometía mojadura.

Esas Una a Una no paran!

CIRCULAR SIERRA DEL MONSACRO (Concejo de Morcín)

Distancia: 11 km.

Desnivel: 850 m.

Tiempo: 5 horas con paradas.

Acceso por carretera: Autovía A-66 Mieres-León- Altu el Caleyu/Soto Ribera N-630, antigua carretera de Mieres-
Argame-Riosa-Las Mazas- Bar Estanco Casas Nuevas-desviación a la derecha MO-3- La Collá.

Itinerario: La Collá (387 m) – Otura (500 m) – Los Llanos (590 m) – Collau Entrepuertes (835 m) – Vega del Pozo (805
m) – Capilla de Santiago (915 m) – Horcá la Muezca (965 m) – Picu Monsacro o Cuitu Romiru (1.055 m) – Vega
Valdoveyes (Laguna-Fuente)- Güeyu del Monsacro-Senda la Llorera-Capilla de la Magdalena (865 m) – Silla del Obispo
– La Collá.

Ruteras: Rosa, Charo, Mariajo, Mari Luz, Isa, Raquel, Rosana, Lourdes, Cris, Mariví, Sonia, Begoña, Liliana, Pepa,
Isabel Salgado, Leida, Carmen, Begoña, Aida, Celia, Mónica, Ana, Noelia, Luli, Amaya y Marta.

Invitados: Parvaneh, Luis Soriano, Gonzalo, Armando, Javi, Héctor, Juan, Samuel, Rubén, Alba, Paz, Puri, Félix, Ana,
Alicia, Paloma. Maite

Por fin llegaba otra vez el Belén de Cumbres, para juntamos varias componentes del Club Una a Una y
algunos amigos habituales, además de un pequeño y valiente montañero, de tan solo 6 añitos, el hijo de Aida, nuestra
compañera del Club, que nos sorprendió a todas con sus altas capacidades montañeras, así como, una alpinista iraní de
lujo, Parvaneh Kazemi, invitada por Rosa, para celebrar otro año más, la tan esperada comida de Navidad, esta vez, en el
Restaurante Lobato de Soto Ribera pero no sin antes realizar la ruta de montaña del Club para abrir el apetito.
Comenzamos nuestra andadura en el pueblo de la Collá, lugar clásico de inicio de esta bonita ruta aunque en esta ocasión
íbamos a realizarla con un recorrido diferente para finalizarla por el lugar habitual de subida, donde hay unos letreros
indicadores para ascender a las Capillas del Monsacro.

Nos dirigimos dirección sur, atravesando la pequeña aldea de la Collá, por un antiguo camino hacia el pueblo de Otura,
que discurre a media ladera, vertiente oriental de la Sierra del Monsacro, tomando como referencia unas antenas que
vemos al fondo, siempre con el Garcillero y la Sierra Manteca a nuestra izquierda y el pueblo de las Mazas.
Siguiendo el sendero con bastante barro, después de un rato caminando por un pequeño bosque de avellanos, llegamos a
una bifurcación de caminos, siguiendo por el sendero que asciende a la derecha, con unas vistas amplísimas del valle de
Riosa, viendo debajo nuestro el pueblo de la Foz, dando varias revueltas para ganar altura rápidamente y plantamos donde
se sitúan las antenas, cambiando a la otra vertiente del valle, la cara sur del Monsacro, con unas bonitas vistas del Valle,
la Sierra del Aramo, el Garcillero, la Sierra Manteca y el Llosoriu.

Continuamos, ahora en descenso, dirección SO hacia la parte alta del pueblo de Otura, pasando por debajo de los
contrafuertes del Cantu la Sierra, cumbre más oriental de la sierra del Monsacro, donde se encuentran las vías de escalada,
que forman la Escuela de Escalada de Otura, llegando a la pista asfaltada del pueblo y teniendo que subir por ella en
fuerte pendiente para salir a la carretera, justo a la entrada del pueblo de los Llanos que por un atajo empinadísimo nos
depositó en la plazoleta del pueblo, donde se encuentra la fuente de la Pimpana.
Aquí, tomamos ya rumbo N, donde un cartel nos indica claramente la dirección a seguir: “A les Capilles, todo pa arriba”,
atravesando una portilla, para coger una ancha pista que, asciende por la amplia canal, denominada el Camín del Cintu,
construida para el mantenimiento del tendido eléctrico que cruza la sierra del Monsacro y que en fuerte ascenso, y en
sucesivas revueltas, nos fue alzando hasta el Collado de Entrepuertes, donde nos reagrupamos para continuar ahora en
descenso, dirección N, hacia la Vega del Pozu, para luego ya comenzar de nuevo la subida hasta un collao desde donde
divisamos las capillas del Monsacro, acercándonos poco después a la capilla más alta, la de Santiago, donde después de
sacarnos la fotografía de Grupo con el Belén realizado por nuestra socia honorífica Paloma, hermosa pintura sobre
pizarra, la depositamos entre unas rocas, bastante escondida junto a la Capilla.
Un poco de historia: La ermita o capilla de Santiago con su curiosa planta octogonal con ábside semicircular, de similar
arquitectura, tan sólo existen en España tres más; dos en Navarra y una en Segovia.

El Monsacro y sus capillas fueron el punto de referencia de los peregrinos que acudían a San Salvador de Oviedo.
Las capillas, fueron declaradas Monumentos Históricos Artísticos. En el interior de la capilla encontramos el pozo de Santo Toribio,
la cueva del Ermitaño y un altar primitivo románico. La capilla es de piedra, y el suelo interior de roca de esta, se cree que es de la
propia montaña. Según cuentan los historiadores, llegaron a Oviedo en el año 808 las Reliquias de la Cámara Santa que, se supone
que procedían de Jerusalén llegando a Toledo en el año 718 perseguidas por el Rey de Persia. Con la invasión árabe a España las
reliquias fueron trasladadas a las montañas asturianas pasando por los diferentes santuarios que jalonaban la ruta, hasta recalar en
el Monsacro, supuestamente escondiéndolas en esta cueva. Transcurrido casi un siglo de permanencia en este monte, las reliquias
fueron finalmente llevadas a la Cámara Santa por mandato del rey Alfonso II El Casto.
Desde la capilla de Santiago y después de tomarnos un tentempié, emprendimos el ascenso al picu Monsacro observando
al NE, la otra Capilla, la de la Magdalena (del S.XIII y planta rectangular), con el lago y mayau les Capilles delante
nuestro, al fondo la Térmica de Soto Ribera que destacaba por su enorme chimenea y a lo lejos la bonita ciudad de
Oviedo (capital del Principado), con su emblemático monte sagrado, el Naranco, distinguiendo perfectamente, el nuevo
HUCA, el edificio Calatrava, y algunos con vista de lince, hasta la Catedral. También se vislumbraba pero casi
imperceptible, Gijón (sobre todo el Muselón) y la costa Cantábrica.

Iniciamos la subida en dirección SSO, hacia la cercana Horcada de la Muezca, corta canal por la que se puede descender a
la vertiente sur del Picu Monsacro y llegar al Área Recreativa de Viapará, la cual separa las pequeñas cumbres del Picu
Mirueyu y la Fayona pero nosotros seguimos a la derecha (O), siguiendo el sendero que nos alzó en unos minutos por la
cumbrera de esta sierra, a la Fayona, desde donde ya alcanzamos a ver el mojón geodésico del Pico Monsacro.
Simplemente atravesamos una pequeña vereda y nos encaramamos en su cumbre, donde hay una brillante placa, colocada
por el Grupo de Montaña “El Civilu” que, indica que, estábamos en el picu Monsacro (1.054 m) o como aparece en
muchos mapas, Cuitu Romiru.
Había un grupo de jóvenes que habían puesto el Belén de Cumbres y se encontraban celebrándolo por lo que tuvimos que
esperar unos minutos a que terminasen y nos dejasen sitio para realizar el mismo acto, lo cual hicimos con mucho gusto,
brindando, por supuesto, con Sidra el Gaitero y cantando algún que otro villancico.
Después de la foto de rigor en la cumbre sagrada, estuvimos contemplando las impresionantes vistas hacia el NO, del
Embalse de los Afilorios, el concejo de Morcín y el valle del Nalón hacia la zona de Grao.
Al fondo del valle, hacia el este: la Foz de Morcín y en la otra vertiente la llamativa cresta de Peña Manteca, el Garcillero
y al fondo el Llosoriu. Bastante alejados los Picos de Europa, los picos más emblemáticos de Caso y Ponga.
Hacia el oeste y sur: la sierra del Aramo, hasta la Mostayal y por delante la cumbre del Llanu Villar de Arriba, la cumbre
más alta de la Sierra del Monsacro.

Luego, ya descendimos de la cumbre, yéndonos dirección N, bajando a unas pequeñas vegas, la vega Valdoveyes que,
caen hacia la zona de Peñarudes y la Ará y luego girando hacia el NE, en descenso, ya iríamos dando la vuelta, de nuevo
hacia las capillas, no sin antes pasar por el impresionante puente de roca “el güeyu del Monsacro”, justo donde se
encuentra la sima la Taya el Llano.


Después de admirar el original güeyu, seguimos hacia la derecha ascendiendo una pequeña loma, cogiendo la senda la
Llorera, para ya en suave descenso salir a la zona del mayau y continuar pasando por detrás de la capilla de la
Magdalena, dirección N, a enlazar con el camino que en fuerte pendiente y por una espectacular canal, pasando delante de
la conocida “Silla del Obispo”, una enorme roca en la que al parecer se sentó el obispo Toribio para descansar cuando
portaba las Santas Reliquias y tras innumerables revueltas, nos depositó en la carretera donde se encuentra el pueblo de la
Collá.

Un cierre de año muy emotivo, donde ya tenemos listo el  calendario 2024 para seguir disfrutando y compartiendo montaña.

Vuelta al pico Llosorio (Mieres)

Distancia: 24km.

Desnivel: 800m.

Duración: 4 horas.

Itinerario: Mieres – La Barrera – Campa Fondera – Campa Balón – Campa Roíles – Collado – Pozabal – Viscallana – Collado La Vara – Pico Llosorio – Majada La Vara – Foncoicos – La Llerosa – Ablaña – Mieres.

Ruteras: Charo, Mariajo, Anita, Li, Bego, Ana, Carmen, Susi, Lourdes y Juan

 

Empezamos en Mieres, mañana fresca como ya es normal en esta época del año. Grupo numeroso y reencuentro de compañeras motivaron el inicio de la ruta.

El inicio rodado se hace corto y enseguida empezamos un ascenso por carretera dirección Faidosa para continuar por carretera hasta la Campa Balón, donde ya cogemos camino para empezar el verdadero ascenso.

Hasta este punto carretera bien asfaltada hace que la pendiente sea llevadera, ahora camino y pistas rodeadas por un paisaje que llena, afortunadas de tener esto tan cerca de casa.

 

Pasando por la Campa Roíles y cerca del Pico Rañauriu, llegamos al Collao Pozabal, cruzamos el Monte La Blaña, pero antes una paradita para reponer fuerzas en la Capilla de la Virgen Pastora, curiosa por estar en una formación rocosa, pero hay que seguir que ya no queda nada y llegamos al Collado La Vara.

 

Ya no queda nada y el paisaje carga pilas, un lugar abierto nos da camino y el pico ya está ahí. Dejamos la bicis a escasos metros de la cima para poder acceder a él caminando. Un picu donde podemos divisar Cuito Negro, la Sierra de Aramo, Picos de Europa… menudas vistas.

 

Volvemos a coger las bicis y comenzamos la bajada por la Majada de la Vara, pasando por Conforcos, La Llerosa, para llegar a Ablaña donde cogeremos la senda verde a la vera del Río Caudal hasta llegar de nuevo a los coches.

 

Una ruta muy prestosa, donde no toma mucho tiempo y tiene unas vistas como recompensa que merece mucho la pena.

 

Peña Blanca desde la Cueva Deboyu, Concejo de Caso ( Parque Natural de Redes)

Distancia: 10 kms
Desnivel positivo: 750m
Tiempo: 4,5 h
Itinerario: Cueva Deboyu- Peña Blanca- Cueva Deboyu
Participantes: Rosa, Javi, Cris, Charo, Cecilia, Noelia, Azu, Begoña, Lourdes, Laura, Juan, Sonia, Carmen, Mariajo, Rosana, y Belén con Lila (la compi peluda).

Domingo 5 de noviembre de 2023, la ruta que esta vez hacemos nos conduce hasta el Concejo de Caso, por el Parque Natural de Redes.

Nos desviamos a la derecha justo antes de la Cueva Deboyu, es esta cueva un Espacio Protegido, una cueva de origen kárstico por la que discurre el río Nalón. De unos 200 m de longitud, alberga en su interior una variedad de murciélagos como: el murciélago de herradura mediterráneo, el murciélago de ribera, el murciélago grande de herradura, murciélago enano y murciélago de cueva.

 

Salimos desde el pueblo de Les Llanes, para hacer una pequeña, circular y preciosa ruta. Justo desde este punto y a la derecha de una amplia nave que encontraremos también en esta zona, ya podremos visualizar el inicio de una pista ancha y evidente, por donde luego volveremos.
Ahora, tomamos la pista hacia La Biciella, pero giramos a la derecha, cruzando el regatu y ascendemos hasta el Colláu Valdeorro.


Entre castaños y hojas.

Nos dirigimos hacia un segundo Colláu donde nos adentramos en un bosque grande, exuberante de fayas y robles, donde el suelo estaba cubierto de arandaneras.

 

Siguiendo un camino serpenteante entre los árboles, hacia el cordal , siempre en ascensión suave, hacia el sur de Peña Blanca. En los últimos tramos del bosque va apareciendo roca caliza blanca, de ahí el nombre de la cumbre.

Alcanzamos un tercer colláu, el Colines.

El camino va serpenteando entre piedras de caliza que van apareciendo, cruzamos a la derecha, para pasar la horcada que nos lleva a la cara sur de Peña Blanca.

Antes del cordal, ascendemos por una pequeña canal , que enseguida nos lleva a una collada que da vista al pueblo de la Felguerina.

Giramos a la izquierda y recorremos la cresta has la cumbre de Peña Blanca. Se puede subir por varios sitios. La cumbre es pequeña y con limitado espacio, que dejamos enseguida para dar paso a un gran grupo de personas del GM San Melchor.

Desde esta cumbre se tiene una magnífica panorámica de el Pico Torres, la Peña del Vientu, El Tiatordos, el Vízcares, el Pico Tejeira…

Retrocedemos un poco por la misma cumbrera y comenzamos el descenso por ladera sur hacia la Collada de Las Fuentes.

                Colláu Les Fuentes

Desde esta collada, cogemos una senda a la izquierda y comienza el descenso, hacia la Collada Incós, con una cabaña. Seguimos camino abajo por el lado izquierdo.

Vamos llegando al fondo del valle.

No tardaremos en llegar a una ancha portilla metálica verde, por la que terminaremos en la Foz del Cebatón.

Algún tramo del camino empedrado, a tramos desaparecen las piedras o se descolocan por efecto del agua cuando las arrastra.

Atravesamos la Foz de Cebatón, por un bonito hayedo y poco después llegamos a una pista que nos lleva de nuevo al pueblo de Les Llanes.

Seguiremos en ascenso y a los pocos metros encontraremos la Fuente de Prao Redondo, junto a la que encontraremos un pequeño refugio de piedra, al fondo la Foz de Cebatón.

Continuamos camino hasta el pueblo de Les Llanes. Y finalizamos en el bar del pueblo, justo antes de que empiece a llover.

Una ruta preciosa, tranquila con unos regalos entre árboles y panorámicas a la alcance de la mano. Seguimos!

SIERRA DE PEÑA LAZA (Comarca de la Tercia del Camino- León)

Distancia Total:  14 Km

Desnivel Acumulado:  + 900 m

Duración: 6:40 h

Acceso: Oviedo- Autopista A-66 León- N-630 Puerto de Pajares –Villamanín- – CV-103-3 Rodiezmo- S. Martín de la
Tercia.

Componentes: Lourdes, Mariajo, Mª Luz, Alba, Carmen, Sonia, Charo, Laura y, nuestro invitado y amigo Juan.

Itinerario: San Martín de la Tercia (1.200 m)-Poladura de la Tercia (1.204 m)- La Campa-Collada los Eros (1.403 m) –El
Furacón- Peña la Calva (1.738 m) – Peña Carbona (1.755 m) – Montes de Peña Laza- Peña Laza (1.793 m) – Lomba la
Espina- Canto el Espino-Barranco de la Reguera-San Martín de la Tercia.

Aparcamos justo en el pueblo de San Martín de la Tercia (Municipio de Villamanín), para después de
recorrer aproximadamente 1 km por carretera, pasando por el pueblo de Poladura de la Tercia, tomar un desvío a la
derecha, a la altura de una gran nave de ganado que quedaba a la izquierda, cogiendo el Camino de Santiago, paralelo al
Barranco de la Carbona, tomando dirección S. Fuimos siguiendo las marcas del Camino sin pérdida alguna, desviándonos
a la izquierda del Barranco pues pretendíamos entrar a la Sierra de Peña Laza por su vertiente oeste y recorrerla entera
hasta la cara este.
En todo momento teníamos las Tres Marías al frente, la Sierra de Chagos, de las Cangas y del Turrón, y la Estación de
Pajares.
Fuimos pasando por la Campa, luego las Golpegueras, la Forcada y después de un buen rato siguiendo el Camino de
Santiago llegamos al Collado los Eros, donde había una especie de poste bastante significativo a modo de bastón con el
emblema de San Salvador, donde a los pocos metros de sobrepasarlo ya abandonamos dicho camino para comenzar a
ascender dirección NE hacia la entrada de la Sierra.


Empezamos a zig-zaguear por una zona denominada las Palomas, para dirigirnos a la primera cumbre del día Peña Calva.
El día estaba completamente despejado y aunque de momento no hacía excesivo calor, lo esperábamos pero como
estuvimos gran parte de la ruta a bastante altura, nos acompañó una brisilla muy agradable para poder realizar la ruta,
viendo las temperaturas que pronosticaban.
Después de un primer ascenso llegamos a una oquedad que llamaba la atención, parecía que había un agujero enorme que
se metía entre la roca, así que nos acercamos para verlo más de cerca, y al final descubrimos que se trataba de un ojo de
buey “el Furacón”, una preciosa ventana que da paso al valle de Busdongo.


Nos sacamos unas fotos y continuamos la subida para comenzar ya a recorrer la crestería que iba a resultar un tanto
entretenida. Fuimos cresteando sin pérdida alguna por un terreno a veces bastante intrincada y otras de verde pasto. Ahora
teníamos a nuestra espalda el embalse de Casares y las emblemáticas Tres Marías, viendo también el Cuitu Negro en la
Estación Invernal de Pajares.
Al fondo del valle el pueblo del que habíamos partido, y por el que habíamos pasado, San Martín de la Tercia y Poladura.
Al NE, el Cellón y la Pájara también el Cueto Millaró o Brañacaballo, el Tres Concejos y el Estorbín de Valverde.
Después de una corta trepada continuamos dirección este hacia la primera cumbre del día, la Peña Calva.
Foto de cumbre del Grupo Una a Una, retrocedemos unos metros y descendemos la Peña por su parte izquierda, buscando
el mejor paso para acercarnos al collao que la separa de la Carbona. Al final de la jornada el desnivel sería importante
pues aunque habíamos partido desde bastante altura, tuvimos continuas subidas y bajadas, aparte de los kilómetros, pues
se trata de una sierra bastante alargada. Seguíamos con las Tres Marías a nuestra espalda y el embalse de Casares, que no
los íbamos a perder de vista en ningún momento.


Después de otro rato trepando y destrepando pues queríamos hacer la mayor parte del cordal por la crestería, comenzamos
el ascenso hacia la Peña Carbona, la cual tiene muy buena subida desde el pueblo leonés desde Busdongo. Después de las
fotos de rigor en cumbre, continuamos la arista, donde hay un paso en el que hay que tener un poco de cuidado pero sin
mayor dificultad. De nuevo descendemos a un collao, continuando nuestro recorrido a través de una pequeña pradería.
Nos dirigíamos hacia la cumbre estrella del día, Peña Laza, la cual da nombre a la Sierra que estábamos recorriendo, entrando ya en los montes que llevan su nombre. Ya veíamos la cruz en su cumbre desde bastante lejos, lo que nos ayudó
a dirigirnos hacia el punto exacto, pues en esta Sierra hay varias cimas de altitudes similares.


Después de ir buscando las zonas de menos cómodas para acceder a ella, intentando recorrer el cordal por su parte
superior (la que cae hacia Poladura), y así no perder altura, nos plantamos en su cumbre donde existe un buzón con una
cruz.
Nos sacamos rápidamente la foto de grupo, descendimos unos metros para evitar a los malditos insectos y después
descender sobre nuestros pasos hasta la vega que teníamos debajo de la cumbre para tomar dirección S, sierra abajo, buscando senderos de ganado, pasando por la Lomba la Espina, destrepando en algún que otro sitio y pasando a la
izquierda de una torre que parecía el pequeño Urriellu.
Continuamos para abajo inclinándonos hacia el SO, metiéndonos por una canal, dirigiéndonos hacia el Canto el Espino y
viendo ya en primer plano el pueblo de San Martín de la Tercia, justo desde donde habíamos partido pero unos mastines
bastante pejigueros pues su ganado estaba bastante alejado de nuestro paso, nos hicieron continuar a media ladera,
dirección oeste, hasta llegar a una nave de ganado, donde cogimos una pista que, nos llevaría por el pequeño barranco de
la Reguera, hasta el mismo pueblo de salida.

Un día estupendo, disfrutando de la montaña y compartiendo momentos, Una a Una no para!

Ermita de Trobaniello y Cascadas del Xiblu en bici

Distancia: 68 km.

Desnivel: 2.500m.

Intinerario:  Puente sobre río Trubia, Embalse de Valdemurio, Mina Santa Marina, Fuente El Cabezu, Ermita de Trobaniello, Collado La Expriecha, Puerto Ventana, Fuente Las Vallinas, Collada del Pando. 

Ruteras: Charo, Mariajo, Anusqui, Cris, Ana, Lourdes,  y nuestro amigo Juan.

 

El día nos deparaba muy buena temperatura y el cielo sin nubes para disfrutar de esta ruta en bici.

Salimos desde Entrago en Teverga, donde cogeremos la Senda del Oso en dirección al Embalse de Valdemurio. La acogida de la mañana fue muy fría, a la vera del río y los primera 20 km de rodado rápido por la senda hace que no entremos en calor hasta llegar a Caranga, donde tomamos un café y cogemos energía ya sabiendo que en pocos kilómetros empezamos a subir.

 

Nos dirigimos a Ricabo, donde después de ya empezar a subir unos kilómetros y coger agua en la fuente, dejamos el asfalto para meternos en la pista, Una pista que no tiene descanso en sus 10km, pero muy rodadora, un entorno muy agradable de hayas y pinos en el Bosque de La Parada.

 

Alguna rampa mas dura nos hace recordar lo que es la bici de montaña, pero en cuanto te das cuenta ya estás tomando las últimas curvas y divisando la Ermita de Trobaniello, dejando las vueltas de Garrafe atrás.

 

Un pequeño descanso y un bocadillo después, la montaña deja paso a la pista cogiéndola entre dos piedras y da vista al Puerto de ventana, ya solo queda rodar y disfrutar un tramo de subes y bajas muy divertido hasta llegar al cruce del Puerto.

 

Ya en la carretera tomamos la decisión de coger carretera abajo y disfrutar de una baja muy larga de unos 20 km hasta el inicio de la ruta, no hay perdida solo queda soltar pierna antes de llegar al coche. Pero, la llamada a la aventura pica a la puerta y nos desviamos en el Hayedo de Montegrande a la izquierda en  dirección las Cascadas el Xiblu, pasamos el Puente del Navalín y seguimos  camino a la derecha con alguna trialera que pone la guinda a este día de bici.

 

Vuelta de vacaciones super buena, donde pudimos compartir un Domingo mas de la bici y apreciar todo lo que nos da.

 

Nos queda por disfrutar, mucho aún. Esas Una a Una!