Itinerario: Villapedre, Navia Villapedre
Participantes: Carmen, Merche, Marta, Celia, Ana, Isa, Lourdes, Noé y Begoña.
Distancia: 40km
Duración: 4h 15min.
Desnivel: 880m
Salimos de Villa Pedro en dirección al pueblo de Tox, donde giramos a la derecha por una pista en busca del río Barayo. Nos acercamos a una pequeña cascada junto al río al lado de un antiguo molino, que bonito rincón para empezar esta ruta, parecía que estábamos en un lugar perdido.
Después de ver la cascada, retrocedimos por el camino ascendiendo hasta llegar a un cruce donde unos carteles en la propia pista nos indicaba dirección a la playa de Barayo. Nos vamos metiendo a la vera del río y seguimos su cauce. Barayo es un río, una playa, y a la vez un rico ecosistema.
Se trata de una reserva natural parcial de la biosfera. Esta reserva es una exuberante zona de dunas y marismas de gran valor ecológico y paisajístico.
Es uno de los rincones más bonitos de Asturias donde se dan un conjunto de elementos que hacen del lugar un paisaje digno de visitar.
Las integrantes del grupo hemos tenido la suerte de poder descender hasta el pie de la playa y contemplar el mar acariciando la arena y las gaviotas disfrutando de la orilla sin la presencia de humanos.
Tras esta visita volvemos sobre nuestros pasos y antes de llegar a Ríopedre tomamos
el desvío hacia el aparcamiento situado justo en el extremo derecho de la playa en la parte alta.
Accedemos hasta allí por una pista ancha algo pendiente y con muy buen firme muy ciclable.
Una vez situadas en el aparcamiento vamos siguiendo la senda costera justo perfilando la línea del mar. Las panorámicas que aparecen ante nuestros ojos son dignas de cualquier revista de viajes.
Dejamos atrás el pueblo de Vigo y pasamos por el medio del pueblo de Puerto de Vega,
un pueblo pesquero donde falleció el ilustrado asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos en la llamada casa Trelles Osorio.
El ambiente del pueblo invita a quedarse pero a nosotras aún nos queda mucho camino.
Servimos pedaleando muy cerca del mar con subidas y bajadas. Contemplamos a la izquierda los campos con la hierba sin segar y a nuestra derecha el mar, con toda su calma.
Nos acercamos a la playa de Frejulfe, parece que la veamos desde arriba. Descendemos un poco hasta llegar casi al nivel de la playa para luego volver a subir.
Pedaleando pasamos las playas de Fajal y del Coedo dónde nos desviamos hacia el interior alejándonos un poco del mar.
El camino costero es un sube y baja y en baja es sube, las pendientes no son muy pronunciadas pero se acaba convirtiendo en un auténtico rompepiernas, pero que disfrutón es y que momentos tan divertidos dan estos caminos.
Podíamos haber elegido otro camino para el regreso, pero quisimos desandar lo andado para tener otra perspectiva del mismo paisaje.
En Asturias hay muchas sendas costeras pero este tramo es el más bonito y variado que conocemos.
Barayo- Navia, Navia-Barayo es bonito para ir y relindo para volver. Ruta para repetir y que ya apetece volver.
¡Una a Una no para!