Memorias de África (VI): Pedaladas Solidarias Trans-Atlas 2014; Quinta Etapa

Ruta Lineal: Aissa – Aetoffe (7/9/2014) (Etapa FRIOBAS)

Ruter@s: Rosa, Laura, Mariajo, Conchi, Paula, Mariví, Puri, Charo, Yoana, Manuela, Noelia, Ángel, Gonzalo, Felipe, Juaco, Víctor, Sabino, Jony, Juan y Félix

Longitud: 42 km; Desnivel positivo acumulado: 454 m; Tiempo (con paradas) 3 h

Fotos en la ladera de Los Dedos del Mono
Fotos en la ladera de Los Dedos del Mono

Hoy nos espera un ajetreo notable: ruta, desmonte y embalaje de bicis y unas 8 horas de autobús hasta Marrakech. Así pues madrugamos y a las 7 de la mañana estamos sobre pedales.

Recién salidas de Aissa rodamos unos kilómetros llanos mientras se va deshaciendo el frescor matinal y nos alcanzan los primeros rayos de sol. Un pequeño puerto (“repechín”, como lo llama Khallá) ayuda a darnos tono muscular y a ponernos calor en las piernas.

El cañón del Todra
El cañón del Todra

Rodando alegres nos metemos de lleno en las gargantas del Dadés y no damos crédito: a pesar de las mil y una maravillas que llevamos vistas Marruecos y el Atlas vuelven a dejarnos con la boca abierta, con el corazón en un puño, con el alma en llanto. La grandiosidad de esta naturaleza parece no tener límites; nos apabulla.

Salimos por un estrecho tajo cortado a plomo entre paredes verticales de casi 200 metros de altura. Esto impresiona. La oscuridad y la luz se van alternando a medida que la montaña nos devora y nos escupe, es una sensación desconcertante.

Misión cumplida
Misión cumplida

Ya en terreno más abierto volamos sobre el asfalto, jugamos, nos desafiamos en una sucesión de sprines con los que regalamos al gran Atlas las últimas fuerzas que traemos guardadas y nos detenemos en un promontorio desde el que se domina una vista espectacular. Ya dudamos si merece la pena o no sacar nuestras cámaras de fotos o simplemente confiar en la memoria para retener tanta magia.

A nuestros pies la carretera serpentea formando revueltas que bajan abruptamente hacia el valle donde daremos por concluida la parte deportiva de esta aventura. Bajamos con cuidado, atentas a no estropear ahora con una caída esta semana increíble. Al fondo, junto al río Dadés, nos esperan el camión y el todoterreno. El equipo Una a Una al completo desea ofrecer esta meta final a Trek Morán cuyo soporte técnico, mecánico y logístico fue decisivo y vital.

Saliendo de la garganta del Dadés
Saliendo de la garganta del Dadés

Esto se acaba, la mezcla de sentimientos nos supera, el álbum de recuerdos está repleto hasta la última esquina de la última página. Hacemos una reverencia a nuestras máquinas y las embalamos aún rebozadas por el polvo rojo del Atlas.

7 horas a bordo de un cohete con ruedas gobernado por un piloto de rallys frustrado nos devuelven a Marrakech donde disfrutamos de una buena ducha y de una divertida cena en un elegante local junto a uno de los zocos más animados, bulliciosos y multiculturales de África.

Así son los puertos asfaltados del Atlas
Así son los puertos asfaltados del Atlas

Al ritmo alienante de los tambores tribales, entre encantadores de serpientes, vendedores de extraños manjares, de adornos, de especias… cruzamos por última vez la gran plaza de Yamaa  el Fna. En el taxi de regreso al hotel hacemos un intento final y desesperado por comprender siquiera alguna de las normas que rigen el tráfico de esta ciudad sin igual; es en vano.

Suerte África, hasta la vista.

El club Una a Una agradece su apoyo y dedica está última etapa a Friobas, colaborador y patrocinador esencial para llevar a cabo con éxito estas Pedaladas Solidarias Trans-Atlas 2014.