Memorias de África (III): Pedaladas Solidarias Trans-Atlas 2014; Segunda Etapa

Ruta Lineal: Tagoudite – Imilchil (4/9/2014) (etapa BORINES)

Ruter@s: Rosa, Yoana, Noelia, Paula, Manuela, Charo, Conchi, Puri, Laura, Mariví, Mariajo, Juan, Víctor, Gonzalo, Sabino, Ángel, Juaco, Felipe, Jony y Félix

Longitud: 77 km – Desnivel positivo acumulado: 1510 m – Tiempo (con paradas): 8 h

El equipo Una a Una Pedaladas Solidarias Trans-Atlas 2014
El equipo Una a Una Pedaladas Solidarias Trans-Atlas 2014

Como ayer, desayunamos a las 6 de la mañana y a las 7 empezamos a pedalear. Está despejado y las estrellas van desapareciendo a medida que la luz solar se desborda desde las montañas de Jebel. Durante 20 kilómetros fuimos ganando altura poco a poco acompañadas del río Aqua N`ouyid cuyas aguas corren en sentido contrario a nuestra marcha.

Todo es grande en el Atlas, y lo que más: nuestras chicas
Todo es grande en el Atlas, y lo que más: nuestras chicas

Tras un par de amagos en forma de puertos no fáciles pero sí llevaderos y no demasiado largos, nos enfrentamos a un coloso de 15 kilómetros llamado Tizi N`inouzane digno de cualquier carrera profesional europea.

Ciclistas de altura
Ciclistas de altura

Aunque la etapa de hoy discurra mayoritariamente por carretera no hay peligro de que esto le reste espectacularidad. No merece la pena intentar describir los paisajes que vamos viendo, así que los despachamos con una sola palabra: alucinantes.

Coronado el gigantesco N`inouzane a más de 2200 metros de altitud, nos enfrentamos a un fuerte y divertido descenso que nos puso a los pies del río Aqua N`ouirghane, el primero que vemos correr en nuestro mismo sentido de avance, lo que nos anuncia que hemos cambiado de vertiente y por tanto entramos en la mitad Sur del Atlas.

Por el altiplano del Atlas Central
Por el altiplano del Atlas Central

A media bajada nos reencontramos con nuestro convoy de asistencia (camión y todoterreno) y hacemos una parada para comer. Desde el negro basalto al blanco cal no hay un solo tono de amarillos, rojos, ocres y grises que no esté presente en las majestuosas montañas que nos rodean. La brutal luz del mediodía del Atlas extrae brillos y dibuja sombras en las laderas que nos hipnotizan. No hay adónde dirigir la vista sin sentirse abrumadas por una naturaleza tan formidable.

Afrontamos los últimos 30 kilómetros del día que en bajada, aunque con dos repechos muy considerables de por medio, han de llevarnos a Imilchil, el pueblo natal de nuestro guía Khallá y el núcleo urbano más pujante de la comarca.

Naturaleza increible
Naturaleza increible

El alojamiento de Imilchil está francamente bien, y tras unos mimos a nuestras monturas y una ducha curalotodo Khallá nos deja al cuidado de su hermano quien nos hace un entretenido paseo turístico por el pueblo explicándonos las particularidades del lugar y de sus gentes. Es día de mercado, así que una actividad frenética hace vibrar esta población y nos sumergimos en un tórrido caldo de olores y colores y en el caótico tráfico que abarrota sus callejas de camiones, motos, asnos, coches, peatones, bicicletas, carros… y otros artefactos móviles de difícil catalogación.

Seguimos inmersas en el sorprendente universo bereber para cuyos pobladores somos una especie de extraterrestres llegadas quién sabe de dónde, quién sabe porqué. Y desde aquí enviamos un abrazo fuerte y la dedicatoria de esta etapa a nuestros amigos de Borines que han contribuido sobremanera a estas Pedaladas Solidarias Trans-Atlas 2014.