Costera a Candás

Distancia: 40km

Desnivel: 600m

Itinerario: Playa del Arbeyal – Jove – La Campa Torres – Ría de Aboño – Peñamaría – Playa de Xivares – Senda del Tranqueru – Perlora – Candás – Faro de San Antonio – Perán – Yavio – Ruta Clariniana – Iglesia de Logrezana – El Cueto – El Empalme – El Cerillero – Gijón

Ruteras: Merche, Ana de Oviedo, Ana Garcia y Ana Galán, también Lourdes, Charo, Raquel, Mariví, Marta, Maria José, Begoña y amigos. 

 

La primera ruta de este año 2023, fue uno de nuestros clásicos: Costera a Candás.

Tras un mes de diciembre  cargado de fiestas,  habíamos aparcado las bicis  y tocaba desempolvarlas. Con el frío previsible y la falta de entrenamiento  las Una a una , nos decidimos por algo sencillo y  lleno de paisajes sorprendentes. Empezar poco a poco, sin pretensión y ver las sensaciones para ir cogiendo forma para esta temporada.

Nos juntamos en el aparcamiento de la playa del Arbeyal, una fría mañana.

Tras la foto de inicio en la misma playa empezamos a rodar camino del cabo Torres por la zona rural al  oeste de Gijón. Atravesamos el parque arqueológico de la Campa de Torres y nos acercamos hasta el mismo faro. Desde allí observamos toda la bahía de Gijón y el puerto del Musel en primer plano.

Volvemos sobre nuestros pasos y buscamos una bajada al parque de Carbones de Aboño. Circulamos por una carretera desde la que podemos ver en primer plano las instalaciones vinculadas a la térmica de Aboño.  Zona industrial muy contaminada , pero nos vemos obligadas a pasar por ella porque está al borde del mar y es el lugar de paso natural para continuar nuestra ruta.

A la altura de Talleres Alegría abandonamos este área y siguiendo el camino real ascendemos dirección a la población de Xivares donde se encuentra la playa del mismo nombre. Como toda zona costera es un poco rompepiernas, sube, baja…

Pasado Xivares volvemos a ascender y nos incorporamos a la llamada senda del Tranquero. Se trata el antiguo trazado de la Feve que unía Gijon con la ciudad residencial de Perlora.    Este, es un camino al borde del mar con distintos túneles muy cómodos para circular porque es muy plano, sin desniveles.

Llegamos a la ciudad vacacional de Perlora, hoy totalmente abandonada  y seguimos un camino que va al borde del mar que nos brinda unas vistas espectaculares.  Sin más llegamos a Candás  donde nos acercamos a la parte más alta ,  al oeste para visitar la capilla de San Antonio de Padua y el Faro de Candás. Volvemos al pueblo y nos permitimos el lujo de tomarnos un café y las famosas Marañuelas, que son unas galletas típicas de la zona  riquísima.  Sólo por comer una marañuela ya merece la pena hacer esta ruta. 

Una vez que reponemos fuerzas comenzamos el retorno a Gijón. Esta vez lo hacemos por el interior, en vez de ir por la costa.  Tenemos varias opciones y elegimos el valle de Perán. Por la carretera de Perán a Tabaza tomamos un desvío a la izquierda  y subimos por una pista  para rodar un tramo por la ruta clariniana Viaje redondo. (Hay tres rutas que están entrelazadas y están descritas en los relatos del escritor Leopoldo Alas Clarin)

Hacemos una parada en la iglesia  de Santa Maria de Logrezana porque es un lugar curioso. Se trata de una iglesia medieval que sufrió varias reformas y se aglutinan distintos emblemas , esculturas que nada tienen que ver unos con otros. Se consigue un pupurri extraño a la vista. 

Dejando atrás esta obra arquitectónica cruzamos carretera de Gijón Avilés en búsqueda del  valle de Ambas.   Antes de llegar a dicho valle  circulamos por otro camino llamado El estratégico que era una antigua  vía de tren que iba a unir Gijon con el Ferrol  a su paso por el concejo de Carreño  , pero nunca llegó a utilizarse. 

Rodamos unos kilómetros por dicho camino pero debido a las lluvias tenemos que abandonarlo y rodar por carretera porque en alguno de los tramos está completamente encharcado. 

Así llegamos a nuestro punto de partida en la playa del Arbeyal, un café y dos marañuelas o alguna mas. Además de un montón de risas y momentos  muy divertidos compartidos. Hemos disfrutado de un frío día de invierno gracias al calor humano de todas las que participamos. 

Nos vemos en la siguiente, esto solo es el principio.