Autor: Club Una a Una

Una a Una volvió a la montaña para conquistar tres cumbres de 2000 metros en el concejo de Aller tras una hermosa ruta por el Monte La Yana.

Ruta lineal: El Fielato – Pico el Oso – Nogales – Xexé – Cuevas (8/10/2015)

Longitud: 18 km / Tiempo: 6:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1300 m

Ruter@s: Rosa, Noelia, Puri, Patri, Mariví, Rosana, Charo, Manuela, Javi, Víctor, Juan, Nando, Juaco, Jamín, Agustín y Félix

A las 10 de la mañana empezábamos a caminar en El Fielato después de haber desayunado en Felechosa y de aprovechar para organizar el plan del día. Con dirección sureste nos adentramos en los bosques de la Xenda Vallinas ganando altura rápidamente desde el primer paso. La mañana despejada y el esfuerzo inicial nos obligaba pronto a desprendernos de la ropa sobrante a medida que nos acercábamos al Collao Vidoso. Un mínimo descanso en aquella hermosa zona de praderías hizo de anticipo a una nueva subida de pendiente dura y constante que nos habría de llevar a Braña Reonda.

La Cuesta Fuentes, haciendo honor a su nombre nos permitía ya ver la primera cumbre objetivo del día. Sin apenas árboles alrededor y disfrutando de grandes vistas sobre los hayedos deshojados que se extendían a nuestros pies llegamos a las laderas del Castiello antes de girar hacia el sur para ganar La Llana y el Mayéu Fuente de Riba. Sin dejar de subir alcanzamos un collado con la marca divisoria Asturias León. A nuestra izquierda el Pico el Oso y a nuestra derecha el Nogales, ambos por encima de los 2000 metros de altura. ¿Para qué decidir? Primero uno y luego el otro.

Un último esfuerzo (por el momento) nos aupó hasta la cubre del Pico El Oso por su arista este, terriblemente expuesta a un ventarrón que subía por su ladera sur y que nos zarandeaba con violencia. Diez minutos en la cumbre, lo justo para tomar un bocado y hacer unas fotos, dieron paso a un descenso rápido que encadenamos con la subida al Nogales, cota máxima del día. Su abrupta arista oeste nos condujo a la cumbre para gozar de grandes vistas que alcanzaban hasta Oviedo y Gijón y nos permitieron contemplar los Picos de Europa, las Ubiñas, el Cuera y un sinfín de hitos de la cordillera leonesa y palentina.

Ya metidas en faena y con el Xexé a nuestro alcance no íbamos a retirarnos sin conquistar sus 2000 metros largos. Una subida rápida y una parada en cumbre para comer nos pusieron las pilas para el largo descenso que nos esperaba. Descolgándonos por entre el Pico Las Rubias y el Pico Alba pasamos por el Colláo Riopinos para llegar al Mayéo Gumiel. Ya metidas en un bosque espectacular descendimos por una senda abrupta que nos castigó de lo lindo las rodillas hasta la Llama para caminar paralelos a la carretera camino de Cuevas donde finalizamos otra memorable jornada montañera en Una a Una.

Hoy nos hemos dado el gustazo de rodar por uno de los hayedos más grandes y mejor conservados de Europa y que nos mostró toda su belleza otoñal.

Ruta circular: Santillán – Sobrefoz – Les Bedules – Peloño – Santillán (1/11/2015)

Longitud: 56 km / Tiempo: 4:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1350 m

Ruter@s: Rosa, Mayte, Yoanna, Puri, Manuela, Noelia, Mariajo, Azu, Juan, Rubén, Javi, Juaco y Félix

Serían las 9:30 de la mañana cuando nos poníamos en marcha en Santillán (concejo de Cangas de Onís). Comoquiera que el bar del pueblo no estaba abierto nos encaminamos hacia Sellaño donde sí tendríamos la oportuna dosis de cafeína. Tras unos kilómetros llanos que nos permitieron ir espantando el fresco matinal comenzamos la subida a Abiegos. Un buen trecho de carretera con rampas muy considerables nos hizo entrar en calor rápidamente. A media subida tomamos un desvío a la derecha que por una comarcal encajonada en un espectacular bosque de robles y castaños nos hizo seguir ganando altura a buen ritmo.

Alcanzamos Sobrefoz tras luchar con las últimas curvas de fuerte porcentaje y nos tomamos un momentáneo descanso pues la subida ni mucho menos ha acabado; de hecho quedaba lo peor. Rodando por la ladera del Recuenco nos enfrentamos a una pista a tramos de tierra a tramos de un hormigón rayado extremadamente pestoso y con unas inclinaciones salvajes. Llegamos a San Juan de Beleño y seguimos camino de Colladallonena, donde tomamos un desvío hacia Les Bedules. Aquí nos esperaban aún las rampas más castigadoras del día aunque la belleza del paisaje que se va dominando a esta altura compensaba el sacrificio.

Comtemplando las siluetas del Tiatordos y el Maciédome entre nubes negras que amenazaban lluvia llegamos al aparcamiento de Les Bedules justo cuando empezaba a chispear. Sin perder tiempo nos sumergimos en el idílico bosque de Peloño y rodando ligeras por toboganes empedrados que siempre mantienen su querencia ascendente llegamos al Collao Granceno. Para entonces la amenaza de agua no solo se ha disipado sino que incluso luce un estupendo sol. Así que, ya sin prisas, nos tomamos un descanso bien ganado para reponer fuerzas. Las subidas se han acabado y nos conjuramos para evitar disgustos en la bajada.

Nos lanzamos a un descenso vertiginoso que alternas tramos de piedra bastante técnicos con parches de asfalto de pendiente extrema. La hojarasca de los castañales supone un peligro por las piedras y hoyos que pueda esconder así que tomamos todas las precauciones. El antiquísimo camino de Víboli nos ve pasar camino de la Foz de los Andamios. Con mil ojos pero disfrutando de una bajada tan radical alcanzamos sin incidentes Puente la Huera donde celebramos la ruta con una magnífica comida antes de retomar las bicis para cubrir la docena de kilómetros que aún nos separa de Santillán, inicio y final de esta bellísima ruta otoñal.

Una a Una retomó su actividad montañera completando una ruta sencilla y andarina que nos llevó a los 1900 metros de la cumbre del Maciédome.

Ruta circular: Pendones – Maciédome – Pendones – (25/9/2015)

Longitud: 13,5 km / Tiempo: 6:00 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1200 m

Ruter@s: Rosa, Manuela, Joanna, Puri, Mone, Araceli, Mariví, Maite, Mariajo, Noelia, Rosana, Charo, Vanesa, Azu, Heather, Javi, Juan, Rafa, Juaco, Jorge, Piniella, Rubén, Eloy, Fernando y Félix.

A las 9 de la mañana empezábamos a llegar a Pola de Laviana donde habríamos de ultimar el plan del día inspiradas por el café y los bollos de la confitería Conchi. Con las ideas claras gracias al infalible tripartito Rosa-Piniella-Cafeína salimos hacia Pendones donde aparcamos la flota y empezamos a caminar. Comenzamos la subida al Cordal de Ponga atravesando praderías y bosques que acarician la vista con su traje otoñal. Pasamos Los Pedrocales y la Cueva la Muyía antes de llegar a la campera de Pandevilla donde giramos hacia el SurEste siguiendo la linde entre Aller y Caso.

La pendiente se acentúa camino de la Peña`l Quemau y la senda, hasta ahora nítida, se difumina al entrar en el bosque de Urbiellos. Para entonces el Maciédome ya impera sobre el paisaje circundante y al Norte vemos con claridad el hermoso Tiatordos. Superamos la braña de Llagos y un esfuerzo final sin ningún tipo de complicación técnica nos aúpa a la cumbre. Es momento para los posados fotográficos, y no mucho después para los bocadillos. Se nota el frío pero la lluvia no hace acto de presencia. Más o menos a la hora del telediario la tropa se ponía de nuevo en marcha para desandar camino.

Las vistas desde la cumbre son formidables: mar de nubes hacia el NorOeste, los Picos de Europa jugando al escondite entre las brumas al NorEste, la Cordillera dominando el horizonte Sur cubierta de nubes de tormenta… Si para la subida elegimos la arista Oeste, para la bajada nos deslizamos culebreando por la cara Sur del Maciédome. Llegamos a la majada de Recuenco y entramos en un bosque cuyos colores dejan por mediocre cualquier descripción con palabras que se pueda intentar. Robles centenarios, hayas rojas y amarillas, musgos de verde rabioso y la caliza blanca flanquean nuestro descenso hasta regresar a Pendones.

Alrededor de las 5:30 de la tarde rematábamos un nuevo domingo en Una a Una bendecidas finalmente por un clima perfecto que en nada nos perjudicó durante todo el día. Fue un placer contar con la presencia de Piniella y sus didácticas y siempre divertidas explicaciones de cuanto estuvo al alcance de nuestros ojos. Y fue una gran satisfacción recibir por un día en el club a Araceli, compañera de expedición de Rosa en su reciente cumbre en el Kilimanjaro.

Hoy nos hemos ido a Teverga para rodar a la estela de Juan y disfrutar del espectáculo otoñal de los bosques de Asturias.

Ruta circular: S. M. de Teverga – Cascada del Xiblu – La Focella – S. M. de Teverga (18/10/2015)

Longitud: 35 km / Tiempo: 4:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 750 m

Ruter@s: Azu, Charo, Mariajo, Juan y Rubén.

A las 10:30 de la mañana arrancábamos en San Martín de Teverga con dirección a Puerto Ventana. Un breve alto en páramo para admirar el texu milenario que da fama al lugar es el preludio de nuestra entrada en los bosques de Valgrande. El espectáculo del otoño es fascinante con protagonismo compartido de hayas, castaños, ablanos, robles… todos ellos esparciendo generosamente sus frutos por el suelo. Tras unos kilómetros duros aparcamos las bicis y subimos caminando durante cerca de un kilómetro para disfrutar de otra maravilla natural: la cascada del Xiblu, donde hacemos acopio de fotos.

Regresamos a por las trotonas y emprendemos un descenso rápido por el espeso bosque de la Biescona. Disfrutamos de buenos pasos técnicos y extremamos la precaución en algunas zonas empedradas y húmedas. Llegamos finalmente a la Focella donde reponemos agua en los bidones. Toca volver a subir hasta ganar un collado que nos pone a prueba con un piso difícil sembrado de piedra suelta y trampas ocultas bajo la hojarasca. Sin descanso la senda nos ofrece una nueva bajada trepidante hasta San Salvador que superamos sin percances y con la sensación de habernos divertido a conciencia.

Afrontamos el último tramo de la ruta, más tranquilo, que nos ha de devolver a San Martín de Teverga habiendo completado una ruta hermosísima, con un tiempo óptimo y enriquecida con las difícilmente comparables estampas del otoño. Grandísimo trabajo de Juan para Una a Una guiando esta delicia de salida. Es sabido que nuestro club no es muy de barritas, geles, aminoácidos, electrolitos y demás cuchufletas. A cambio de tales refinamientos, he aquí nuestro final de ruta: pote de berzas, cabrito, jabalí estofado y postres caseros varios. Olé, olé.

Una a Una no faltó a su cita anual con la Fiesta de la Vendimia y desembarcó en Cangas del Narcea para hacer un tríptico memorable con rutas el sábado, domingo y lunes.

 

Ruta circular: Besullo – La Portiecha – Utriecho – El Mazo – Besullo (10/10/2015)

Longitud: 26 km / Tiempo: 4 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 700 m

Ruta circular: Limés – Piñera – San Chobao – Miravalles – Limés (11/10/2015)

Longitud: 44 km / Tiempo: 5 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 950 m

Ruta circular: Limés – El Moral – Alto de Penalva – Pixán – Limés (12/10/2015)

Longitud: 16 km / Tiempo: 3 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 500 m

Ruter@s: Rosa, Puri, Azu, Mariví, Noelia, Paula, Mone, Luz, Mariajo, Ángel, Javi, Adri, Juan, Salva, Jorge, Edu, Rubén y Félix

 

El sábado subimos hasta Besullo para rodar por la Sierra de Valledor entre las cuencas del Arganza y el Coto. Pasadas las 10 de la mañana nos poníamos en marcha con una temperatura fresca y poco riesgo de lluvia. Subimos al Alto de la Portiecha y rodeamos el Monte de Pomar circulando por buenas pistas forestales de firme variado.

Después tomamos la bajada a Utriecho y emprendimos el regreso pasando por la Capilla de las Veigas. Nos detuvimos un ratito en El Mazo, un enclave etnográfico usado ancestralmente para la forja del hierro, y volvimos a Besullo habiendo completado una mañana de buen ciclismo y hermosos paisajes desconocidos para el club.

El domingo salimos de Limés a las 10 de la mañana y tras unos kilómetros de calentamiento en asfalto encaramos en Naviego la subida a Piñera y Fondos de Villa. Pasando por la Ermita de Piñera coronamos en Villarmental y llegamos poco después a la Braña de Cruces. En este punto las vistas al valle de Civea son formidables, dominándose una panorámica increíble sobre la sierra del Acebo y los picos del Cueto Arbás. Comenzamos entonces una durísima subida hasta San Chobao con rampas muy comprometidas.

Tras una zona llana en el cordal con pasos embarrados y turberas blandas tomamos la bajada a Sieiro para iniciar un prolongado y espectacular descenso con zonas rápidas y técnicas hasta Vallao. La senda se estrecha camino de Miravalles y aún se vuelve más radical al pasar por Rubiel y El Socarral. Alcanzada la carretera circulamos ligeras hasta Bimeda y nos dejamos ir de regreso a Limés.

Y por fin el lunes se cumplieron los peores pronósticos meteorológicos. La buena suerte de los días anteriores con una temperatura ideal, nada de agua y hasta ratos de sol… se acabó. Echándole valor hicimos una ruta corta que por la Senda del Vino nos llevó desde Limés hasta Cangas pasando (quede claro que sin detenernos) por el Museo del Vino. Luego tomamos la senda de Santulaya y siempre bajo la lluvia subimos a la capilla de El Pando y el pueblo de El Moral. Un espontáneo se unió aquí por unos momentos al pelotón (véase la fotografía) aunque enseguida tomó una senda demasiado técnica para nosotras. Ganamos el alto de Penalva y con él hermosas vistas al valle de Luiña. Poco después entramos en Pixán y desde aquí emprendimos una rápida bajada camino de Limés donde cerramos un soberbio fin de semana.

Espectacular trabajo de planificación, reconocimiento y guiado de Ángel para Una a Una. Ovación tremenda para nuestro embajador en Cangas.

Hoy hemos regresado a los espectaculares parajes de Tiñana y a disfrutar de la perfecta organización y hospitalidad de Mariajo.

Ruta circular: Tiñana – La Grandota – Monte del Rey – Tiñana (20/9/2015)

Longitud: 33 km / Tiempo: 4:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1050 m

Ruter@s: Mariajo, Puri, Noelia, Azu, Vanesa, Javi, Rubén y Félix

A las 10 de la mañana dábamos las primeras pedaladas zigzagueando por Tiñana. Rodando por asfalto pronto pasamos por Limanes y pasamos a afrontar las durísimas rampas de la Cuesta del Caleyo. Alcanzamos La Cruz de los Campos y rodando por un paraje boscoso espectacular tomamos rumbo a la Grandota combinando terrenos duros y pedregosos con algunos pasos húmedos. Tomamos una bajada radical que entre robles y castaños centenarios nos baja hasta Mieres de Limanes. Estamos de regreso en los alrededores del punto de partida completado aproximadamente un tercio de la ruta.

Nos espera ahora una nueva subida de pendiente extrema que nos aúpa hasta los depósitos de agua. El calor aprieta y los desniveles pasan factura a las piernas. Tras unos kilómetros de cresteo giramos a la izquierda por el Monte del Rey y hacemos una parada para saludar a un rebaño de entrañables borricos que allí viven. Seguimos ganando altura y a la vez perdiendo la protectora sombra de los bosques de la comarca. En algún momento nada fácil de determinar cruzamos los límites con los concejos de Oviedo y de Noreña. La capital aparece y desaparece de nuestra vista durante toda la mañana.

Llegamos a Santa Marina e iniciamos la tercera y última subida del día combinando tramos de asfalto, de pista y de cemento rugoso que se agarra como un demonio a nuestros tacos. Avistamos Ricabá y la pendiente suaviza momentáneamente. Apenas recuperado el resuello la pista nos exige otra vez el máximo desarrollo hasta llegar a La Pasera. Un nuevo descansillo y una nueva rampa cruel hasta que al fin ganamos el Alto de la Mesa, así llamado por la solitaria mesa de madera que allí campea y que tantas veces nos ha ofrecido un respiro, generalmente culinario, antes del descenso definitivo.

Tomamos un bocado y apuradas por el intenso sol nos lanzamos a una bajada frenética. Profundos rodales, piedras sueltas de gran tamaño y algún barrizal nos tienen entretenidas hasta llegar a La Paranza. Los pasos técnicos se suceden pero de nuevo llegamos sin contratiempos a Santa Marina donde tomamos la Senda del Jabalí que nos deja en la carretera que baja a Tiñana. Hermosa ruta para un día especial, víspera de San Mateo, llena de sorpresas y paisajes de ensueño. Tortilla, pollo al ajillo y fermentado de cebada pusieron el broche de oro a otro domingo perfecto en Una a Una.

Hoy hemos rodado por los alrededores de Oviedo acercándonos al embalse de los Alfilorios completando una ruta variada con tierra y asfalto.

Ruta circular: Oviedo – Los Alfilorios – La Collada – Oviedo (13/9/2015)

Longitud: 41 km / Tiempo: 3:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 900 m

Ruter@s: Rosa, Raquel, Mariajo, Mariví, Jenny, Juan, Javi, Rubén, Borja y Alex.

Pasadas las 9:30 de la mañana nos pusimos en marcha en Trek Morán ,salimos de la capital por la Senda de Fuso y nos desviamos a La Manjoya. Pasamos por Llamaoscura y bajamos a Soto de Ribera. A la vera del Nalón llegamos a Argame y preparamos desarrollos de subida. Cinco kilómetros de esfuerzo nos llevan hasta La Carrera y a circundar el embalse de los Alfilorios. Dejando atrás el pantano cogemos el camino de La Boza. Aquí tomamos una pista que nos sorprende con una fuerte rampa inicial y luego con zonas bastante embarradas que dificultan la marcha.

Llegamos a Los Navaliegos y poco después al alto de La Collada. A estas alturas estamos ya volviendo hacia Oviedo. Pasamos por Llavareyos bajando por terreno de nuevo asfaltado y culminamos un rápido descenso que nos llevará a Puerto y luego a Fuso de la Reina. En este punto retomamos la Senda que nos devuelve al Parque de Invierno tras otra mañana de ciclismo y compañerismo en Una a Una. El tiempo nos acompañó y ni la amenaza de lluvia llegó a concretarse ni el viento que amagó con volverse fuerte llegó a poner en peligro el buen fin de la ruta.

Este domingo completamos una ruta divertida y variada desde el mismo Cantábrico a la cumbre del Picu Pienzu, techo de la sierra del Sueve.

 

Ruta circular: Playa de Vega – El Fito – El Pierzo – Playa de Vega (30/8/2015)

Longitud: 33 km / Tiempo: 5:00 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1500 m

Ruter@s: Rosa, Manuela, Noelia, Javi, Juan y Juaco

 

Pasadas las 10 de la mañana nos poníamos en marcha con serias amenazas de lluvia en la playa de Vega. Al poco llegamos al campo de golf de Berbes y tomamos un sendero que en subida constante nos lleva a la carretera del mirador de El Fito. Antes ya tuvimos que buscar refugio para el tremendo aguacero que descargó. Por suerte sería el único en toda la jornada. Rodando en dirección Sur-Oeste entre bosques vamos ganando altura hasta llegar a la AS-260.

Unos tres kilómetros asfaltados nos aúpan al mirador de El Fito donde hacemos un descanso antes de tomar el senderito que nos encamina al Pienzu. Al poco, rodando por pistas cómodas, llegamos al valle desde el que ya se domina la fuerte subida que nos espera. Una larga y pendiente rampa de tierra pone a prueba nuestras piernas antes de llegar al collado donde la pista se diluye entre praderías y matorrales.

Un último esfuerzo por un terreno intrincado y pedregoso nos acerca a la cumbre del Pienzu y a su emblemática cruz de hierro. Disfrutamos del paisaje y nos hacemos unas fotos antes de emprender la emocionante bajada llena de pasos trialeros y divertidos. Regresamos al mirador de El Fito y desandando el camino de subida seguimos monte abajo hasta la playa de la Vega donde finalizamos otro domingo apasionante y aventurero.

Espectacular fin de semana en Somiedo con etapas el sábado y el domingo y subidas al Lago del Valle y a las brañas de Saliencia.

Ruta circular: P. de Somiedo – El Puerto – La Cueta – Lago del Valle – P. de somiedo (15/8/2015)

Longitud: 41 km / Tiempo: 6 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1400 m

Ruta circular: P. de Somiedo – Saliencia – La Mortera de Urdiales – Arbeyales – P. de Somiedo (16/8/2015)

Ruter@s: Rosa, Puri, Mariajo, Azu, Mariví, Noelia, Sandri, Rubén, Juan, Ángel, Juaco, Manu, Nando, Edu, Javi, Felipe y Félix

El sábado Una a Una se puso en marcha a las 9 de la mañana en Pola de Somiedo. Como aperitivo de una gran jornada nos enfrentamos al Puerto de Somiedo, con más de 10 kilómetros de buena pelea superando Gúa y La Peral. Una vez en el Puerto tomamos una sucesión de pistas forestales con rampas muy notables que tras una frenética bajada nos deja en La Cueta, inesperado y sorprendente pueblo perdido en un paraje idílico. Aquí giramos al Este y rodando por tierras leonesas remontamos el valle que nos lleva a las fuentes del Sil. Rampas extremas, tramos de porteo, praderías y turberas nos acercan al collado de La Paredina y poco después alcanzamos a ver el Lago del Valle.

Un último esfuerzo precede a la divertida comida anual rematada con bailes, cantares, risas y demás aderezos asociados a las Una a Una. Por la tarde nos esperaba la alucinante bajada del lago que por sendas hermosísimas y técnicas, bosques de ensueño, pasos húmedos y un sinfín de trialeras no faltas de peligrosas trampas nos devuelve a Pola de Somiedo tras una hora de trepidante descenso. Un paseo por la villa del oso y una agradable cena en Casa Cesáreo, donde solemos alojarnos en estas tierras, pusieron punto final a un nuevo 15 de agosto en Una a Una, día de Nuestra Señora… la bicicleta.

El domingo arrancamos a las 9:30 de la mañana y salimos de Pola de Somiedo hacia el Norte  por la senda fluvial que pronto nos sorprende con rampas empedradas de pendiente salvaje. Una vez ganada altura encontramos un sendero hermosísimo que a media ladera sobre el río Saliencia acaba dejándonos en la carretera de subida a La Farrapona. Por asfalto dejamos atrás Villarín y llegamos a Saliencia. Aquí abandonamos la carretera y nos encaramos con una subida inhumana que por una pista del típico e insufrible cemento rayado nos tortura durante casi 3 kilómetros con pendientes sostenidamente por encima del 25%.

Así alcanzamos La Mortera de Saliencia, La Mortera de Urdiales y finalmente La Mortera de Cullao. Tocamos techo en las brañas de Saliencia y disfrutamos de unos parajes de tal belleza que es inútil tratar de describirlos con palabras. Un tentempié y una buena sesión de fotos hacen de preludio a la bajada radical que nos espera. Escalores de piedra enormes nos obligan a portear en muchos tramos antes de caer sobre Arbeyales y regresar plácidamente por asfalto a Pola de Somiedo. Escanciando unas sidras y recordando entre risas las mil peripecias vividas rematamos un espectacular fin de semana en Una a Una.

Hoy Una a Una ha salido de montaña para coronar la Torre de Carnizoso (2432m) a las órdenes y bajo la tutela del poleso Piniella.

 

Ruta circular: Canero – Collado Vllejo – Torre del Carnizoso – Canero (26/7/2015)

Longitud: 16 km / Tiempo: 10:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1500 m

Ruter@s: Patri, Mariajo, Noelia, Marga, Conchi, Piniella, Rubén, Nando, Ángel, Salva, Benjamín, Fernando y Guti

A las 8 de la mañana estábamos las Una a Una en Arenas de Cabrales dispuestas a bautizar con un buen desayuno lo que iba a ser un gran domingo de naturaleza y deporte. Poco antes de las 9 salimos camino de Canero y una hora más tarde aparcábamos los coches, preparábamos las mochilas y estirábamos las piernas ante lo que se avecinaba. A las 10:00 comenzamos a caminar y media hora después estábamos en el refugio de la Tenerosa. Aquí nos reunimos con Piniella y la gente del grupo Pico Fario, buenos amigos de Una a Una, que habían hecho pernocta en el refugio y nos esperaban ya aclimatados.

Seguimos ganando altura hasta alcanzar el camino que sube al Urriello y poco después tomamos el desvío que conduce al Jou del Carnizoso. El camino se diluye, se vuelve pedregoso y gana pendiente, pero nos compensa con espectaculares vistas de nuestro objetivo y del Urriello, majestad serenísima de los Picos de Europa. Obligados por el sol justiciero y la pendiente, hacemos varias paradas para hidratarnos y admirar el Paraíso. Tres horas y media después de haber empezado a andar llegamos a la base de la Torre y nos disponemos a atacar su cumbre que se levanta a más de 2400 metros de altura.

Varias trepadas con una reunión montada por Nando, Piniella y Ángel, expertísimos montañeros, nos van acercando a la coronilla del Carnizoso. Y por fin tocamos cumbre pasadas las tres y cuarto de la tarde (dos y cuarto en Canarias; seis y cuarto en el Karakórum, ¿cómo no acordarnos de nuestra Rosa?). Fotos, alegría y festejos varios nos entretienen unos minutos antes de emprender el regreso. Ponemos los cinco sentidos en las destrepadas y alguno más en el par de rapeles que nos devuelven sanos y salvos a la base de la montaña alrededor de las 17:00 de la tarde con sensación triunfante.

Para entonces nuestras piernas van aflojando, pero como el sol también lo hace y es el momento de sacar los bocadillos y demás viandas, el optimismo es la nota dominante. El regreso a la Tenerosa lo hicimos por el canal de la Celada donde Noelia nos asombró con un mortal adelante con varios tirabuzones, rizos y mechas que increíblemente acabó sin lesiones. A las 19:30 alcanzamos La Tenerosa donde repusimos electrolitos con una ronda de isotónicas Estrella de Galicia. A las 20:30, cansadas, orgullosas, felices por otro domingo lleno de emoción, naturaleza y deporte, nos sentamos en los coches y volvemos a casa.