Subida al Pico del Sol desde Gijón

Charo vuelve a guiar a las Una a Una para viajar al mismo centro del concejo gijonés y coronar las durísimas rampas hormigonadas del Pico del Sol

La parrilla de salida en San Lorenzo

Ruta circular: Gijón – Granda – Pico del Sol – La Camocha – Gijón, (9/11/2014)

Longitud: 32 km / Tiempo: 3 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 560 m

Ruter@s: Charo, Manuela, Natalia, Mariajo, Rubén, Juaco, Víctor, Juan y Félix

Camino del Pico del Sol

Salimos a las 9:30 del paseo de San Lorenzo y por la vega del Piles vamos saliendo de la ciudad bendecidas por el sol que se abre sobre Gijón y amenazadas por las oscuras nubes que se ven miremos en la dirección que miremos. Rodando tranquilas por asfalto pasamos por Granda y poco después por La Camocha.

Trabajada y merecida cima

Tomamos un giro a la izquierda hacia Huerces y nos estrellamos contra las primeras rampas del día que nos aceleran el pulso y nos ponen tensión en las piernas. Combinamos el piso duro con tramos de pista que, aunque húmedas, no llegan a embarradas ni nos dificultan la marcha. Enfrente vemos nuestro destino coronado por antenas y nos hacemos una idea de lo que viene.

Las primeras rampas del Pico del Sol son brutales  (y las segundas, y las terceras). Porcentajes de escándalo solicitan todo el desarrollo posible y, como podemos, vamos venciendo a cada curva y maldiciendo a cada coche que nos obliga a trazarlas por el interior sobreperaltado. Pasados dos kilómetros de tortura dejamos el asfalto y nos metemos en un bosque de eucalipto que, si bien con algún descanso, continúa exprimiéndonos ahora por pistas de grava fina y tierra.

Quien a buen árbol se arrima…

Queda poco, pero queda lo peor. El último medio kilómetro del Pico del Sol es un mataciclistas pavimentado con un hormigón rugoso y cruzado por canales de desagüe en los que cabe media rueda. El avance aquí es penoso pero la cercana recompensa siempre da unos watios extra y, una a una, Una a Una va llegando a la cima.

Descansamos unos minutos (el famoso “banana time”) y como el cielo sigue mostrando caras feas emprendemos rápidamente el descenso. Desandamos el hormigonado, hacemos un pequeño tramo en dirección Sur y giramos a la izquierda para afrontar una bajada muy empinada y con el suelo delicadamente resbaladizo que nos deja en La Culebra. Retomamos la carretera y apuntamos hacia Gijón.

De repente nos vemos rodando por el Camín de los Llagares. Y como gente educada que somos decidimos no hacer un desaire a tan ilustre y notable lugar. Paramos en Casa Trabanco y pedimos una sidra (dulce, no penséis lo que no es). Para nuestra sorpresa descubrimos que las Una a Una en ruta aquí no pagan. Agradecemos la invitación a la buena gente de Trabanco y seguimos viaje.

Enseguida nos metemos en la vía verde de La Camocha y acompañando al Piles regresamos a Gijón acuciadas por la permanente amenaza de lluvia que finalmente no se consumó. Junto al mar damos por concluida esta ruta corta pero intensa y otra gran jornada de deporte y grata compañía en Una a Una.