Ruta circular en el concejo de Lena: Pola de lena – Brañavalera – Pola de Lena.
Longitud: 38 km.
Tiempo: 5 horas (con paradas).
Desnivel positivo acumulado: 1350 m
Cota máxima: 1383 m (en Brañavalera).
Cota mínima: 322 m (en Pola de Lena).
Ruter@s: Laura, Rosa, Manuela, Raquel, Paula, Elena, Luz, María José, Lorena, Noelia, Juan Juaco, Javi, Rubén, Félix y los chicos y chicas de Ciclando Asturias.
Salimos de Pola de Lena a las 10:00, con climatología incierta y algo de frío, en dirección a Campomanes. 11 kilómetros de sueltapiernas por la senda fluvial hasta llegar a Sotiello, donde nos desviamos a la derecha camino de Zureda. Momento para las despedidas: adiós al terreno llano, hasta la vista al asfalto.
Enfiladas hacia la Sierra de Porciles no atisbamos sino amenazas alrededor: Puerto Ventana, Peña Rueda, Puerto de la Cubilla, la Cobertoria, las Ubiñas… Algo de barro en el suelo y mucho de gris en el cielo, allá vamos. No seremos muy valientes pero al menos hoy somos muchos: más de 40 ciclistas.
7 kilómetros de subida continua por pistas anchas que engañan y esconden la pendiente que de verdad poseen. Castaños y pinos van rindiéndose al dominio de hayas y acebos, pero todos nos obsequian con su espectacular paleta de colores otoñal. Además el cielo termina por romperse y asoma el sol: júbilo en el pelotón.
En las cabañas de Brañavalera (km 22) descansamos un momento y apreciamos los metros de altura ganados: muy abajo la autopista del Huerna, a lo lejos Pajares y asomando ya por nuestra derecha el imponente macizo de las Ubiñas sembrado de picos de más de 2000 metros. Pero la subida no ha terminado.
Alcanzamos la cota máxima del día (km 24) desde donde podemos ver Oviedo e incluso, más lejos, algunos juran ver Gijón. Llega un tobogán de varios kilómetros con rampas más que notables y bajadas cortas y rápidas. Estamos cresteando entre los concejos de Lena y Quirós. Se acabó la subida, y sin embargo llega el plato fuerte del día.
En el último reagrupamiento, opiniones divididas: unos se relamen ante la tremenda bajada que nos espera, a otros se les ponen los pelos de punta. Para empezar agua y barro en cantidades. Hay quien dice (los que atascaron su bici en mitad de algún lodazal) que hasta la rodilla cubrían algunas trampas de barro.
Tremenda bajada hasta Tablao con escalones de piedra mojada, toboganes de lodo y gran cantidad de hojarasca escondiendo hoyos y rocas que exigen toda la concentración y un pelín de buena suerte. Salvado lo peor del descenso llegan los incidentes bobos: revolcón (dicen las testigos que elegante) por el prado del listo que eligió tal día como hay para ponerse el maillot blanco, y enganchón y caída de Raquel con herida en la rodilla (un beso, cúrate bien y pronto).
Sin otro particular, sucias y cansadas pero contentas, vamos llegando a Pola de Lena. Merecen un ruidoso aplauso Laura y los chicos de Ciclando Asturias, que nos han organizado esta bonita salida, y nuestra debutante Elena, quien se portó como una campeona y a la que esperamos tener pronto en el grupo.
