Rosa Fernández hizo ayer pequeño el Club de Prensa de La Nueva España. Su presentación del vídeo del proyecto Escaladas Solidarias congregó a casi 200 personas y no defraudó a ninguna de ellas.
Pasadas las ocho de la tarde, y tras una breve presentación a cargo de Rosa, de Raquel (en calidad de médico del equipo), de Rosana (como geóloga de la expedición) y de Marco, presentador de la TPA, las luces se apagaron y el proyector comenzó a estampar en la pantalla las impresionantes imágenes de una aventura sorprendente.
No ruge el león ni sale la mujer de la antorcha, pero allí están nuestras actrices más queridas: Rosa, Mariví, luz, Ana, María José, Rosana y Raquel poniendo carne y carácter a un carrusel de emociones que impresiona.
Sobre el lienzo natural de los páramos y cumbres de Ecuador nuestras chicas nos hicieron sentir y compartir su cansancio, su ilusión, su tenacidad, su sentido de equipo y su agonía.
Nos colmó de orgullo ver a Mariví robarle metros al volcán aún lesionada en un tobillo, asistir a una nueva cátedra de liderazgo de Rosa o comprobar una vez más el exquisito dominio de Raquel en la montaña.
Nos inspiró ver el ejemplar coraje y la fuerza de Mariajo o la determinación de llegar a cumbre en los ojos de Rosana.
Nos detuvo el aliento intuir la extenuación en los pasos de Ana pendiente arriba y conocer el altísimo precio del triunfo en la desencajada cara de Luz en la cumbre del Cotopaxi. Pedazo de actriz nuestra Luz: ¿cuántas veces tuviste que filmar esa escena hasta hacerla tan creíble?
Nos quedaríamos toda la noche viendo más, sintiendo más, alucinados con el equipo Una a Una-Flúor, pero el documental termina. Aplausos. Felicitamos a las heroínas sin apenas encontrar palabras para expresarles nuestro orgullo y respeto.
Nuevas tormentas vendrán para borrarlas, pero quedarán para siempre en nuestra memoria las huellas de las Una a Una en las cumbres de Ecuador, y la incomparable figura de Rosa triunfante sobre la mismísima coronilla del temible Chimborazo.