Desde el Gorfolí se ve un país…

Dirigidas por Rosa hoy hemos hecho una ruta de buen kilometraje desde Oviedo hasta el alto del Gorfolí (Llanera) y de aquí a Grado rodando sobre asfalto y pistas forestales.

Una a Una en la cima del Gorfolí
Una a Una en la cima del Gorfolí

Ruta lineal: Oviedo – pico del Gorfolí – Grado, (6/4/2014).

Longitud: 49 km  /  Tiempo: 5 horas (con paradas)  /  Desnivel positivo acumulado: 998 m.

Ruter@s: Rosa, Manuela, Charo, Conchi, Elena, Olaya, Víctor, Juan, Juaco, Javi y Sabino.

Conchi, Charo y Manuela en pleno esfuerzo
Conchi, Charo y Manuela en pleno esfuerzo

Nos ponemos en marcha en Trek-Morán a las 10 de la mañana y con rumbo NorEste recorremos la Pista Finlandesa y pasamos por Cayés girando hacia el Norte y luego hacia el Oeste a medida que lo hacen las faldas del Naranco. Apuntamos hacia San Cucao dejando los meandros del Nora a nuestra izquierda. Ahora nos esperan una docena de kilómetros tranquilos rodando por carreteras secundarias de Las Regueras y Llanera. Toboganes de pendientes suaves nos van acercando a la pirámide del Gorfolí, cuya silueta va dominando con más nitidez nuestro horizonte a medida que pasamos por Carvajal, Bonielles, Anduerga y Santa Cruz.

Subiendo como si tal cosa, tremenda Olaya
Subiendo como si tal cosa, tremenda Olaya

En Barredo abandonamos el asfalto y chocamos contra el muro de las primeras rampas puramente beteteras del día. El Gorfolí reserva sus golpes más duros para el primer y el último asalto del combate. Como púgiles de fondo encajamos las fuertes pendientes iniciales y afrontamos varios kilómetros de porcentajes más o menos constantes y con un firme a veces cómodo a veces roto por profundas zanjas de erosión. Vamos rodeando la montaña desde su ladera Sur hasta su cresta NorOeste donde nos enfrentamos a las últimas graveras con pendientes pronunciadas.

Conchi: imparable con el reloj en hora
Conchi: imparable con el reloj en hora

En la cumbre del Gorfolí, mientras recuperamos el resuello, disfrutamos de magníficas vistas de la bahía de Avilés. A nuestra espalda podemos ver el Naranco y contra el horizonte Sur las nieves que aún dominan la Cordillera Cantábrica. El chivato del glucógeno lleva un rato pitando y en rojo, así que es buena cosa dar cuenta de plátanos, barritas, chocolates, bocadillos y demás aportes energéticos. Como aún queda faena por delante, hacemos la foto y nos lanzamos monte abajo. Es el momento divertido del día, pero las grandes piedras sueltas de las pistas del Gorfolí exigen cierto grado de prudencia y mucha atención.

Los caballeros (y damas) de la mesa redonda
Los caballeros (y damas) de la mesa redonda

Concluido el descenso tomamos el desvío en Villayo que nos encamina hacia Grado a través del collado de Granda en dirección SurOeste. Subimos el alto de la Raigada y por pistas tan bonitas como divertidas, casi a la sombra de los molinos del parque eólico de Llanera, coronamos la Degollada. Desde aquí nos dejamos caer hasta Peñaflor donde nos topamos con el río Nalón. En poco tiempo la villa moscona nos ve llegar tras unos plácidos kilómetros finales con sabor a triunfo que ponen el punto y final a otro domingo de deporte y buena compañía. Tremendo aplauso para Elena que puso la guinda perfecta a la ruta con una estupenda e inesperada comida que nos supo a gloria.