Hoy Una a Una ha salido de montaña para coronar la Torre de Carnizoso (2432m) a las órdenes y bajo la tutela del poleso Piniella.
Ruta circular: Canero – Collado Vllejo – Torre del Carnizoso – Canero (26/7/2015)
Longitud: 16 km / Tiempo: 10:30 h (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1500 m
Ruter@s: Patri, Mariajo, Noelia, Marga, Conchi, Piniella, Rubén, Nando, Ángel, Salva, Benjamín, Fernando y Guti
A las 8 de la mañana estábamos las Una a Una en Arenas de Cabrales dispuestas a bautizar con un buen desayuno lo que iba a ser un gran domingo de naturaleza y deporte. Poco antes de las 9 salimos camino de Canero y una hora más tarde aparcábamos los coches, preparábamos las mochilas y estirábamos las piernas ante lo que se avecinaba. A las 10:00 comenzamos a caminar y media hora después estábamos en el refugio de la Tenerosa. Aquí nos reunimos con Piniella y la gente del grupo Pico Fario, buenos amigos de Una a Una, que habían hecho pernocta en el refugio y nos esperaban ya aclimatados.
Seguimos ganando altura hasta alcanzar el camino que sube al Urriello y poco después tomamos el desvío que conduce al Jou del Carnizoso. El camino se diluye, se vuelve pedregoso y gana pendiente, pero nos compensa con espectaculares vistas de nuestro objetivo y del Urriello, majestad serenísima de los Picos de Europa. Obligados por el sol justiciero y la pendiente, hacemos varias paradas para hidratarnos y admirar el Paraíso. Tres horas y media después de haber empezado a andar llegamos a la base de la Torre y nos disponemos a atacar su cumbre que se levanta a más de 2400 metros de altura.
Varias trepadas con una reunión montada por Nando, Piniella y Ángel, expertísimos montañeros, nos van acercando a la coronilla del Carnizoso. Y por fin tocamos cumbre pasadas las tres y cuarto de la tarde (dos y cuarto en Canarias; seis y cuarto en el Karakórum, ¿cómo no acordarnos de nuestra Rosa?). Fotos, alegría y festejos varios nos entretienen unos minutos antes de emprender el regreso. Ponemos los cinco sentidos en las destrepadas y alguno más en el par de rapeles que nos devuelven sanos y salvos a la base de la montaña alrededor de las 17:00 de la tarde con sensación triunfante.
Para entonces nuestras piernas van aflojando, pero como el sol también lo hace y es el momento de sacar los bocadillos y demás viandas, el optimismo es la nota dominante. El regreso a la Tenerosa lo hicimos por el canal de la Celada donde Noelia nos asombró con un mortal adelante con varios tirabuzones, rizos y mechas que increíblemente acabó sin lesiones. A las 19:30 alcanzamos La Tenerosa donde repusimos electrolitos con una ronda de isotónicas Estrella de Galicia. A las 20:30, cansadas, orgullosas, felices por otro domingo lleno de emoción, naturaleza y deporte, nos sentamos en los coches y volvemos a casa.




































