Ruta Concejo de Valdés

Itinerario: Canero, Playa de Cueva, Barcia, Merás, Hermita de la O de Llendelabarca, Trevias, Cadavedo, Busto, Cabo Busto y Canero.

Distancia: 52 km.

Duración: 5,5 horas.

Desnivel acumulado: 1.555 m.

Ruteras: Noelia, Begoña, Marta, Gema, Charo, Juan, Nando, Dani, Pablo, Fernando y Miguel.

Hoy Una a Una se desplaza al Occidente asturiano, al Concejo de Valdés, zona poco habitual en nuestras salidas y de una extraordinaria belleza, donde vamos a disfrutar de una ruta muy completa, con algo de frío en la primera parte y sol y calor en la segunda, que nos acompaña hasta el final.

Salimos del Bar Canero, en dirección a la bonita playa de Cueva, por un sendero que desemboca directamente en la playa, y por pista tomamos dirección Barcia. Hacemos un alto en el camino para visitar un curioso lugar, “el cementerio moro de Barcia”, un espacio construido en 1936 para albergar los restos fúnebres de aquellos soldados de religión musulmana que habían combatido durante la guerra civil española.

A partir de este punto, en dirección a Merás, ascendemos de forma continuada hacia la zona más alta del día (560 m.), por pistas 100% ciclables, con frondosos árboles en algunos tramos, dejando el Pico Pomar a nuestra izquierda. Parada de avituallamiento en la Hermita de la O, en Llendelabarca, curiosa construcción, porque está soportada por unas columnas especialmente altas y con un pórtico esmeradamente tallado.

El descenso lo realizamos combinando zonas de asfalto con senderos estrechos y divertidos, observando las curiosas construcciones vaqueiras, con sus horreos y sus tejados de pizarra.

Con un desnivel suave, alternando pequeñas subidas y bajadas llegamos a la Villa de Trevias, y compañados por el rio Esva, continuamos hacia Cadavedo, Busto hasta el Cabo Busto. El viento hace acto de presencia, y en Cabo Busto, donde sopla con una velocidad de 97 km/h, consigue tirar de su bici alguna de las ruteras, sin mayores consecuencias.

Terminamos la jornada, de nuevo el hotel de inicio, donde degustamos exquisita comida casera, dando por finalizada una gran ruta y como no podía ser de otra forma, un fantástico día.

 

Muchas gracias al gran trabajo de nuestra guía, que nos acercó a esta bonita zona asturiana, donde seguro repetiremos en breve.