Con Laura conduciendo el pelotón de Una a Una hoy hemos hecho una ruta de calidad con llegada y salida en Pola de Lena y con un perfil de dromedario: una única pero interminable subida de casi 12 kilómetros de longitud.
Ruta circular en Lena y Aller: P. de Lena – Carabanzo – Columbiello – P. de Lena, (25/5/2014).
Longitud: 30 km / Tiempo: 4:30 horas (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 1056 m.
Ruter@s: Laura, Charo, Noelia, Puri, Luz, Natalia, Maite, Manuela, Mariajo, Mariví, Juan, Juaco, Rubén, Manuel, Jony, Félix y una buena representación de los chicos de Ciclando Asturias.
A las 10 de la mañana la torre de control de Pola de Lena nos da permiso para despegar. Comandante: Laura; oficial de navegación: Jony; pasaje: numeroso y motivado; pronóstico meteorológico: más bueno que malo en el cielo, más mojado que seco en el suelo.
Cruzamos la Autovía de la Plata y, rumbo Norte, nos dirigimos llaneando hacia San Feliz. A los 5 kilómetros empezamos a describir un arco amplio hacia el NorEste y a ganar altura. En Carabanzo giramos bruscamente hacia el Sur y tomamos la vía romana de La Carisa. Esta ruta, mandada construir por Publio Carisio hace más de 2000 años, fue hasta la Edad Media el principal vector de comunicación entre la meseta y la cornisa cantábrica.
Cresteando por el cordal de Carraceo, separación entre los concejos de Lena y Aller, disfrutamos de buenas vistas sobre el valle de Bo en los ratitos en que se abre la nube en la que estamos inmersas y de la emocionante sensación de pisar con nuestras BTTs por donde lo hicieran en el pasado las legiones de Roma. A izquierda y derecha dejamos picos de entre 1500 y 2000 metros como el Homón, el Pedro García o el Cochapiuyu; a lo lejos, hacia el Sur, vemos el Tres Concejos y el Estorbín. Los bosques de hayas entre brumas son un espectáculo grandioso. Nos perdemos paisajes de larga distancia como la Ubiñas que desde aquí tendrían que mostrar su grandeza, pero a cambio ganamos esa sensación de que el universo se reduce a una esfera de cincuenta metros de radio, de que en la próxima curva va a aparecer algo que no esperabas.
La pendiente es más o menos constante durante toda la subida, sin rampas inasumibles pero con zonas técnicas que reclaman más de un golpe de riñón. Alrededor del kilómetro 17, al fin, coronamos el alto de Espines. Describimos un lazo en la cabecera del barranco de Peridiello y regalamos en apenas 5 kilómetros de divertida bajada toda la altura conseguida en más de dos horas de lucha, de sacrificio… de sarna con gusto.
Nos despedimos de la milenaria vía romana y apuntamos nuestros manillares hacia Columbiello al que llegamos tras media docena abundante de kilómetros llanos y sinuosos. El aterrizaje en Pola de Lena es suave y sin contratiempos. Solo queda felicitar a la comandante: otro éxito de ruta la que hoy planeó Laura para Una a Una. Como siempre, un placer rodar con los chicos de Ciclando Asturias.