Noelia eligió hoy para nosotras una ruta tan bonita y dura como emotiva al permitirnos visitar los entornos de enclaves prehistóricos como el ídolo de Peña Tú o la cueva de El Pindal y privilegios de la naturaleza asturiana como los bufones de Pría o la playa de Gulpiyuri.
Ruta circular en Llanes: Puertas de Vidiago – Sierra Plana – Bustio – Puertas de Vidiago, (22/6/2014).
Longitud: 45 km / Tiempo: 5:30 horas (con paradas) / Desnivel positivo acumulado: 900 m.
Ruter@s: Noelia, Puri, Mariajo, Maite, Luz, Manuela, Mariví, Juan, Juaco, Sabino y Rubén.
Salimos a las 11 de la mañana de Puertas de Vidiago con cielo despejado y ambiente cálido y con tremendo retraso por un imprevisto mecánico en la bici de Javi que al final le hizo abandonar la ruta. Hacemos un precalentamiento poderoso y subimos a ver el ídolo de Peña Tú, emblema de la comarca y joya patrimonial de Asturias. Tras una breve parada seguimos ascendiendo por un bosque, muy arbolado al principio y no tanto a medida que ganamos altura, camino de la Sierra Plana. Hasta llegar al alto de la Borbolla no baja la exigencia física de la ruta, pero ha merecido la pena: ahora disfrutamos de fabulosas vistas tanto de la rasa costera occidental como de la Sierra del Cuera.
Cresteamos media docena abundante de kilómetros por pistas de tierra despejadas y con algún rastro del agua caída estos días. Atravesamos praderías y turberas cada vez que la pista se difumina bajo nuestras ruedas dándole un punto de aventura incierta a la ruta. Las angulosas pero fiables calizas dominan el paisaje y nos ofrecen algún tramo técnico y vistoso antes de emprender el descenso de Sierra Plana. Nos espera una bajada por momentos radical que debe sacarnos del Valle Oscuro siguiendo el río Cabra y situarnos en Tresgrandas. En las inmediaciones de La Franca tomamos dirección Este y pasando al lado de Colombres llegamos casi a Bustio antes de girar hacia el Norte buscando el mar. Rodaremos durante un rato por el concejo de Ribadedeva.
Alcanzamos la costa y avanzando unos kilómetros por carretera nos desviamos hacia Pimiango. Llegamos a la ermita de San Emeterio y quedamos a un tiro de piedra de la cueva rupestre de El Pindal, que además de ofrecer una de las vistas más espectaculares sobre el Cantábrico guarda en su interior el célebre elefante rojo de 15000 años de antigüedad pintado por nuestros ancestros de las cavernas. Pena, penita, pena que debido al retraso que llevamos no nos podemos acercar a la cueva.
Tobogán va, tobogán viene, continuamos ruta hasta Pimiango ascendiendo el Pico Cañón, donde nos recrea la vista la panorámica increíble que se domina desde su mirador y pasamos por la playa de la Franca circulando en ocasiones por senderos no más anchos que un manillar. Siempre colgadas del Cantábrico superamos Buelna, Pendueles y Vidiago pasando al lado de los bufones de Pría (que a pesar de la pleamar no nos ofrecieron su espectáculo de vapor por el estado de calma del mar) para, cruzando la autovía, regresar a Puertas de Vidiago con un importante castigo en nuestras piernas y un impagable álbum de imágenes en la memoria. Espectacular y divertida ruta la que Noelia nos regaló hoy en los confines orientales del principado.