Memorias de Àfrica (I)

Ya estamos en Àfrica. Tras un vuelo sin contratiempos Marruecos nos recibiò con calor. Rematamos el lunes sumergidas en el encanto esquizofrènico de Marrakech, perdidas en su zoco entre mil colores, mil aromas exòticos (no todos glamurosos) y un millòn de cachivaches llamativos.

Hoy martes tocò madrugar y afrontar un largo viaje por carretera repartidas entre un microbùs conducido por el Fernando Alonso del Magreb y un todoterreno. Tras ocho horas viajando en direcciòn Este llegamos a las faldas del Atlas en la ciudad de Midelt.

Montar las bicis y resolver algunos contratiempos con nuestras màquinas nos tuvo entretenidas hasta la hora de cenar. El pròximo dìa despuès de hoy (en este teclado no està la letra esa con un palito sobre la n) nos espera una durìsima jornada. Toca pedalear, pero lo haremos con ganas, (hay hambre de bici).

A ùltima hora del dìa se ha desatado una tormenta, ha llovido y hasta granizado. Arrancamos.